Respuestas
Respuesta:
Tenía también que firmarse una paz justa; los daños, reparados y compensados; los causantes del desastre, castigados. Nuevos estados emergían, otros desaparecían, y sus fronteras debían ser fijadas…, pero, sobre todo, debía evitarse que otra nueva guerra pudiese asolar al mundo como lo acababa de hacer ésta. Sin embargo, la realidad era otra.
El fuego de la revolución.
Mientras los debates y las discusiones se sucedían, la Revolución Rusa alimentaba el alma de muchos. Y también causaba el pavor de otros tantos. Una revolución que, para bien o para mal, estaba subvirtiendo todo el orden conocido. ¿Era realmente la liberación de los oprimidos, o un nuevo monstruo que esclavizaba al ser humano? Fuese cual fuese la respuesta, millones de personas abrazaron su credo y el fuego de la revolución prendió por toda Europa. Las democracias occidentales intentaron por todos los medios apagar el incendio, pero hoy, que ya conocemos la respuesta
Explicación: