¿por que debemos lavarnos las manos con abundante agua y jabon para prevenir el contagio del covid-19?
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Ya que las manos tocan muchas superficies a diario, pueden recoger el virus y, una vez contaminadas, introducirlo al cuerpo cuando nos tocamos los ojos, la nariz o la boca.
Además de esto, podemos contagiar a otras personas, pues el virus puede transmitirse cuando manipulamos comida (sea para prepararla o para comerla), y también puede transferirse a otros objetos como las manijas de las puertas, las mesas o los juguetes y, luego, llegar a otras manos.
Por esta razón, la OMS resalta que el lavado frecuente con agua y jabón es una de las mejores formas de evitar el contagio. Es esencial emplear jabón, ya que el agua sola no es suficiente. Esta acción ayuda a eliminar los gérmenes y virus que se alojan en las manos y debe realizarse entre 20 y 30 segundos.
ojala te ayude
Mantener las manos limpias es una de las medidas más importantes que podemos adoptar para evitar contagiarnos y propagar el COVID-19 a otras personas, especialmente después de haber estado en espacios o medios de transporte públicos y haber tocado personas y/o superficies u objetos, después de sonarse la nariz, toser o estornudar, antes de comer y después de ir al baño.
El virus SARS-CoV-2, causante de las infecciones de COVID-19, es un virus encapsulado, con una membrana formada por lípidos y glucoproteínas cuya función principal es facilitar la entrada del virus en la célula que infecta. La capa externa de este tipo de virus les permite identificar y unirse a los puntos receptores de la membrana de la célula hospedadora, y posteriormente fusionarse con ella y facilitar la entrada del virus en la célula, donde se reproducirá.
Aunque todavía existen muchas lagunas de conocimiento entorno al SARS-CoV-2, se sabe que los virus encapsulados son menos estables en el medio ambiente que los virus entéricos humanos (como adenovirus, norovirus o rotavirus) y más sensibles a factores como la desecación, el calor, los detergentes, los desinfectantes o el ácido.
Para reducir el riesgo de transmitir o adquirir la infección COVID-19, tanto la OMS, como el ECDC y el CDC recomiendan lavarse frecuentemente las manos con agua corriente y jabón y si esto no es posible, higienizarlas con un preparado de contenido alcohólico formulado para ser aplicado en las manos con el objetivo de inactivar los microorganismos y / o suprimir temporalmente su crecimiento. Estos preparados pueden contener uno o más tipos de alcohol con excipientes, otros principios activos y humectantes.
Ambos procedimientos son válidos pero vamos a ver las características de cada uno de ellos.
Agua corriente y jabón
Usar jabón para lavarse las manos es más efectivo que usar agua sola porque los tensioactivos del jabón eliminan la suciedad y los microbios de la piel. Se considera, además que las personas tienden a restregarse las manos más a fondo cuando usan jabón, lo que elimina aún más los gérmenes. Para el lavado de manos se debe usar agua corriente limpia, ya que pueden volver a contaminarse si usamos agua estancada o reciclada.
Según el CDC de EEUU, la temperatura del agua no parece un factor determinante en la eliminación de los microbios y en cambio utilizar agua caliente puede causar una mayor irritación en la piel. Este organismo considera además que, en entornos comunitarios, no aporta un beneficio añadido para la salud de los consumidores el hecho de utilizar jabones que contengan ingredientes antibacterianos, en comparación con el jabón normal (Esto no aplica en entornos sanitarios).
Frotar bien las manos con jabón por la palma, el dorso, los dedos y debajo de las uñas, crea una fricción que ayuda a eliminar la suciedad, la grasa y los microbios de la piel. Dado que están presentes en toda la superficie de la mano, a menudo en una concentración particularmente alta debajo de las uñas, la acción mecánica debe llegar a todos los puntos de la mano y mantenerse durante 40-60 segundos.
El posterior enjuagado de las manos con agua corriente limpia es necesario para eliminar la suciedad y los microbios, incluidos los gérmenes causantes de enfermedades, que se han soltado de la piel con la acción mecánica y el jabón. El enjuagado minimiza además la irritación de la piel.
Finalmente, es importante secar las manos, ya que los gérmenes pueden transferirse más fácilmente hacia y desde unas manos mojadas.