Respuestas
Respuesta:
Leyenda virreinal de la llorona
Explicación:
– Malos augurios acarrea el oírla.
– Dicen que su grito más doliente lo lanza al llegar a la Plaza Mayor, que allí se arrodilla… y, vuelta hacia donde estaban los viejos teocalis de los indios, besa el suelo y clama con angustia, y llena todo de aflicción.
– Cuentan que amó intensamente…
– Que fue abandonada…
– Que cometió un horrible crimen…
– Que hizo correr la sangre de los suyos…
– De todos modos, habrá sufrido mucho, pobre mujer… ¿por qué no puede descansar aún?
Carmen Toscano en “La Llorona” (1959)
En la Ciudad de México se escuchaba continuamente el lamento '¡Ay de mis hijos! ¡Qué será de mis hijos!Las puertas de los hogares se cerraban tan pronto la Catedral daba el toque y entonces ya nadie quería mirar lo que afuera pasara… Según dicen, ni siquiera los valientes soldados conquistadores querían salir a la calle, cuando la hora terrible llegaba y los corazones desfallecían al oír el gemido terrible, largo, penoso, calando los huesos. Todas las noches, el llanto cubría las calles de la ciudad y la gente a su paso clamaba, '¡la llorona!', casi murmurando, trémula del susto, intentado completar un gesto de persignación.
Algunos, quizá envalentonados por el alcohol, salían de las tabernas a su búsqueda, hallando en la torpe hazaña la muerte. Otros quedaban confinados a la locura y el encierro, en el mejor de los caos, por el susto y la impresión de la experiencia espectral. La llorona era una mujer vestida de punta en blanco, flotando en el aire, con un rostro descarnado y cubierto por un velo suave, que apenas disimulaba la calavera por detrás. Cada noche, cruzaba la ciudad lentamente, a veces por las calles, a veces por las plazas, alzando los brazos y gimiendo con angustia.
Algunos decían que la mujer había fallecido lejos de su marido; otros señalaban que jamás había llegado a desposarse, sorprendida por la muerte justo antes de entregar su mano. También se creía que era una viuda, lamentándose por sus hijos huérfanos y desgraciados, o quizá asesinados. Incluso algunas versiones mencionaban su nombre, Doña María, amancebada con el conquistador Hernán Cortés; ella volvía desde los cielos a lamentarse arrepentida por haberse situado del lado de los colonos españoles, artífices de las peores brutalidades contra el pueblo mexicano.
La leyenda de la llorona es tan antigua como el México Prehispánico y probablemente estuvo originada en la diosa Cihuacóatl. Algunos antiguos mexicanos tuvieron una premonición, antes de la llegada de los españoles, en donde veían a una mujer saliendo del lago, angustiada, clamando '¡Ay hijos míos, ha llegado ya la hora de vuestra destrucción!'
Los gritos de la llorona por las calles de la Ciudad de México continuaron sonando hasta los primeros años del siglo XVII. Un buen día, tan misteriosamente como comenzaron, cesaron para siempre. Desde entonces, los habitantes de la ciudad duermen tranquilos.
Fuente: Historias y leyendas de las calles de México. Compilación de Víctor Juan Gómez Gómez.
Respuesta:
resumen
La leyenda de la cueva. Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en sus brazos pasó delante de una caverna y escuchó una voz misteriosa que desde adentro le decía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te OLVIDES DE LO PRINCIPAL. Debes tener en cuenta que al salir, la puerta se cerrará para siempre
completa
Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en sus brazos pasó delante de una caverna y escuchó una voz misteriosa que desde adentro le decía:
"Entra y toma todo lo que desees, pero no te OLVIDES DE LO PRINCIPAL. Debes tener en cuenta que al salir, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto aprovecha la oportunidad, pero no te OLVIDES DE LO PRINCIPAL....."
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y las joyas, dejó al niño en el piso y comenzó a juntar todo lo que podía.
La voz misteriosa habló nuevamente: “Tienes solo ocho minutos"
Agotados los ocho minutos, la mujer, cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró..... Recordó que el niño había quedado en ese lugar y la puerta estaba cerrada para siempre.
Las riquezas duraron sólo 8 minutos. La desesperación y la angustia por siempre.
Lo mismo nos ocurre a nosotros. Tenemos la vida limitada a unos pocos años en este mundo y la voz de Dios siempre nos advierte: “NO TE OLVIDES DE LO PRINCIPAL”
¿Qué es lo principal? … Los valores espirituales, el amor hacia nuestra familia, nuestros amigos y una vida llena de fe y esperanza.
Esta es la verdadera riqueza, la que se puede guardar en nuestro corazón. No los placeres, el dinero, la fama, el éxito, ni el poder. Todas estas cosas nos distraen de lo que realmente importa, de lo que es esencial: “LOS TESOROS DEL ALMA”