Respuestas
En consecuencia, la política argelina, influida por la de la UE, implica siempre
más cierre de las fronteras –lo que conlleva sufrimientos, muertes y violación
de los derechos humanos–, convirtiendo a Argelia no solo un país de tránsito
para los subsaharianos, sino también de destino.
En efecto, cada vez con mayor frecuencia, los subsaharianos que llegan a Argelia se quedan allí, sobre todo en ciudades como Oran, Constantine, Alger, y
Tamanresset. Intentan vivir de la manera lo más invisible posible, ya que no se
puede regularizar su situación, como ya lo hemos demostrado en los puntos
precedentes. Aunque sufren discriminación por su color de piel o por su religión muchos se quedan, unos a la espera de poder llegar a Europa algún día,
otros sin ninguna esperanza de alcanzar Europa jamás y otros porque llegaron
hasta Argelia pensando encontrar un futuro digno en este mismo país
La mayoría de los subsaharianos que se quedan en Argelia lo hacen instalándose en el sur del país, en el Sahara, donde representan una mano de obra barata
Argelia: país de origen, tránsito y destino. Violaciones de derechos humanos
15
que hace falta en esta región despoblada en la construcción, los servicios domésticos y, sobre todo, el trabajo rural. Así, alimentan una economía informal
de gran importancia en la economía argelina. Su presencia en esta zona es
considerable. Se estima que los inmigrantes representan dos terceras partes
de la población de la ciudad de Tamanresset (de 120.000 habitantes), así como
mínimo la quinta parte de la población en las otras ciudades del Sahara