¿Todos los que padecen de obesidad pueden realizar una actividad física que incluya flexibilidad y fuerza sin importar su imc?
Respuestas
Actividad física y salud
La actividad física previene y mejora el control de enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial y las dislipidemias, y, mediante el control de estas tres condiciones de riesgo cardiovascular, disminuye el riesgo de cardiopatía coronaria.
También mejora el perfil lipídico, ya que aumenta el colesterol HDL y disminuye los triglicéridos. La reducción del colesterol LDL está descrita en algunos estudios, pero no en todos. Estos cambios en el perfil lipídico se observan en todas las personas que se someten a un plan de actividad física o que logran mejorar su actividad, independientemente de los cambios de peso.
El ejercicio mejora la función cardiovascular, ya que aumenta la eficiencia en la utilización del O2, reduce la frecuencia cardíaca en reposo y mejora la respuesta al ejercicio submáximo; por lo tanto, mejora la tolerancia al estrés que implica un ejercicio dado.
Además, se asocia con una menor pérdida de masa ósea en la mujer, evita la disminución excesiva de masa ósea que ocurre después de la menopausia, con lo que previene la osteoporosis.
El riesgo de cáncer de colon es 3 a 4 veces mayor en las personas sedentarias, en comparación con las que son físicamente activas, al igual que el riesgo de cáncer de mama, que es 2,5 veces más alto.
La actividad física mejora el bienestar psicológico. Hay muchos estudios con pruebas psicométricas que demuestran que las personas que realizan mayor actividad física tienen mejor respuesta psicosocial y fisiológica al estrés, mejor autoestima, autoimagen y autoaceptación, mejor inserción social y mejores perspectivas. Además, el ejercicio ayuda a controlar la ansiedad, irritabilidad, fatigabilidad y disminución de ánimo asociados con la dieta.