En el acuerdo de la guerra Cristera en 1929,la iglesia católica y el gobierno no se comprometieron a realizar las siguientes acciones, EXEPTO. a)b)c)D)
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Con el ocaso de la "conciliación" porfirista, en la primera década del siglo XX, emergieron nuevamente tendencias anticlericales que se expresaron durante la Revolución mediante actos de violencia y una legislación restrictiva, fijada en la Constitución de 1917.13 El día 14 de noviembre de 1921, ocurrió un atentado en la Antigua Basílica de Guadalupe, con la finalidad de destruir la imagen de la Virgen de Guadalupe, sin embargo por causas aún desconocidas, el cuadro no sufrió daño alguno, por lo que muchos indicaron que fue un "milagro"; esto causó enojo en la feligresía mexicana y dio más fuerzas a levantarse en contra del Gobierno. Después de un período relativamente apacible durante los gobiernos de Carranza y Obregón, la presión anticlerical se intensificó con la elección de Plutarco Elías Calles a la presidencia. En 1925, con apoyo de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) se creó la Iglesia Católica Apostólica Mexicana (ICAM), dotándola de edificios, recursos y medios para romper con el Vaticano.14
La Ley Calles
Artículo principal: Ley Calles
Boicot en contra de la Ley Calles
Hay que mencionar que la Ley Calles fue una modificación al Código Penal15 en 1926 por el presidente Plutarco Elías Calles, para limitar las manifestaciones religiosas con el fin de contar con instrumentos más precisos para ejercer los controles que la Constitución de 1917 estableció en el artículo 13016 como parte del modelo de sujeción de las Iglesias al Estado. Estos instrumentos buscaban limitar o suprimir la participación de las iglesias en general en la vida pública, pero dadas algunas características de la legislación, en algunos estados se llegaron a establecer leyes que obligaban a que los ministros de culto fueran personas casadas17 y se prohibía la existencia de comunidades religiosas, además de limitar el culto religioso únicamente a las iglesias, así como prohibir el uso de hábitos fuera de los recintos religiosos.18
"Escena de Viernes Santo en pleno siglo XX", del archivo del Presbítero mexicano Jesús María Rodríguez.
La ley reglamentaria del 130 constitucional facultaba, siguiendo el dictado de la Constitución, a los gobernadores de los estados de la república a imponer cuotas y requisitos especiales a los "ministros del culto". Tal fue el caso de los gobernadores más radicales, como Tomás Garrido Canabal, del estado de Tabasco, quien decretó normas que iban incluso más lejos, pues obligaban a los "ministros del culto" a ser personas con estado civil de casados para poder oficiar; en Chihuahua se pretendió forzar a la Iglesia católica a operar con un número mínimo de presbíteros y en Tamaulipas se prohibió oficiar a los sacerdotes extranjeros.
Confrontada con esta situación, la Iglesia intentó reunir dos millones de firmas para proponer una reforma constitucional. La petición de los católicos mexicanos fue rechazada. Los católicos llamaron y realizaron un boicot para no pagar impuestos, minimizar el consumo de productos comercializados por el Gobierno, no comprar billetes de la Lotería Nacional, ni utilizar vehículos a fin de no comprar gasolina. Esto causó severos daños a la economía nacional, al tiempo que sirvió para que las posiciones de distintos grupos dentro de la propia Iglesia católica en México se radicalizaran.