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Los niños son personas
Los niños no son propiedad de sus padres ni del Estado, ni son adultos en proceso de formación. Los niños tienen el mismo estatus que todos los demás miembros de la familia humana.
Los niños empiezan la vida como seres totalmente dependientes
Los niños tienen que depender de los adultos para recibir los cuidados y la orientación que requieren para llegar a ser independientes. Lo ideal es que familiares adultos de los niños dispensen esos cuidados. Sin embargo, cuando los adultos responsables de la crianza de los niños no pueden satisfacer sus necesidades, corresponde al Estado, como principal garante de derechos, buscar alternativas que tengan en cuenta el interés superior del niño.
Las medidas, o la falta de medidas, de los gobiernos tienen consecuencias más graves para los niños que para cualquier otro grupo de la sociedad
Prácticamente todas las esferas de la política gubernamental –desde la educación hasta la salud pública– afectan a los niños en algún grado. Las políticas miopes que no toman en consideración a los niños tienen consecuencias negativas para el futuro de todos los miembros de la sociedad.
Las opiniones de los niños deben escucharse y tomarse en cuenta en los procesos políticos
Por lo general, los niños no votan ni participan en los procesos políticos. No prestar especial atención a las opiniones de los niños –en el hogar y las escuelas, en las comunidades locales e incluso en los gobiernos– implica ignorar sus puntos de vista sobre los numerosos problemas que les afectan actualmente, o que les afectarán en el futuro.
Muchos cambios en la sociedad afectan a los niños de forma desproporcionada y a menudo negativa
Factores como la transformación de la estructura familiar, la globalización, el cambio climático, la digitalización, la migración a gran escala, los patrones de empleo cambiantes, y una red de bienestar social que se ha venido debilitando en muchos países tienen serias repercusiones en los niños. El impacto de estos cambios es particularmente devastador en situaciones de conflicto armado y otras emergencias.
El sano desarrollo de los niños es crucial para el futuro bienestar de cualquier sociedad
Debido a que están en proceso de desarrollo, los niños son particularmente vulnerables –más que los adultos– a las malas condiciones de vida, como la pobreza, la deficiente atención de la salud, la mala nutrición, la falta de agua potable, la vivienda de baja calidad y la contaminación ambiental. Las enfermedades, la desnutrición y la pobreza amenazan el futuro de los niños y, por lo tanto, el futuro de las sociedades en las que viven.
Fallar a los niños tiene un costo inmenso para la sociedad
Las investigaciones sociales indican que las experiencias tempranas de los niños influyen considerablemente en su futuro desarrollo. El curso de su desarrollo determina su contribución –o el costo– a la sociedad a lo largo de sus vidas.
Los niños no son propiedad de sus padres ni del Estado, ni son adultos en proceso de formación. Los niños tienen el mismo estatus que todos los demás miembros de la familia humana.
Los niños empiezan la vida como seres totalmente dependientes
Los niños tienen que depender de los adultos para recibir los cuidados y la orientación que requieren para llegar a ser independientes. Lo ideal es que familiares adultos de los niños dispensen esos cuidados. Sin embargo, cuando los adultos responsables de la crianza de los niños no pueden satisfacer sus necesidades, corresponde al Estado, como principal garante de derechos, buscar alternativas que tengan en cuenta el interés superior del niño.
Las medidas, o la falta de medidas, de los gobiernos tienen consecuencias más graves para los niños que para cualquier otro grupo de la sociedad
Prácticamente todas las esferas de la política gubernamental –desde la educación hasta la salud pública– afectan a los niños en algún grado. Las políticas miopes que no toman en consideración a los niños tienen consecuencias negativas para el futuro de todos los miembros de la sociedad.
Las opiniones de los niños deben escucharse y tomarse en cuenta en los procesos políticos
Por lo general, los niños no votan ni participan en los procesos políticos. No prestar especial atención a las opiniones de los niños –en el hogar y las escuelas, en las comunidades locales e incluso en los gobiernos– implica ignorar sus puntos de vista sobre los numerosos problemas que les afectan actualmente, o que les afectarán en el futuro.
Muchos cambios en la sociedad afectan a los niños de forma desproporcionada y a menudo negativa
Factores como la transformación de la estructura familiar, la globalización, el cambio climático, la digitalización, la migración a gran escala, los patrones de empleo cambiantes, y una red de bienestar social que se ha venido debilitando en muchos países tienen serias repercusiones en los niños. El impacto de estos cambios es particularmente devastador en situaciones de conflicto armado y otras emergencias.
El sano desarrollo de los niños es crucial para el futuro bienestar de cualquier sociedad
Debido a que están en proceso de desarrollo, los niños son particularmente vulnerables –más que los adultos– a las malas condiciones de vida, como la pobreza, la deficiente atención de la salud, la mala nutrición, la falta de agua potable, la vivienda de baja calidad y la contaminación ambiental. Las enfermedades, la desnutrición y la pobreza amenazan el futuro de los niños y, por lo tanto, el futuro de las sociedades en las que viven.
Fallar a los niños tiene un costo inmenso para la sociedad
Las investigaciones sociales indican que las experiencias tempranas de los niños influyen considerablemente en su futuro desarrollo. El curso de su desarrollo determina su contribución –o el costo– a la sociedad a lo largo de sus vidas.
iloveandrea74:
Encerio gracias
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