Respuestas
Respuesta:
Los artículos de este dossier abordan las relaciones internacionales de la Argentina de la década de 1960, pero desde una particular perspectiva que vincula los intereses y conflictos internos con la problemática amplia de la inserción económica, política y estratégica internacional.
En el plano internacional, el contexto de la década del sesenta se caracterizó por el recrudecimiento de la confrontación entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, en un período de abierto enfrentamiento entre dos superpotencias mundiales, disputando por el predominio mundial. La crisis de los misiles de 1962, el asesinato de John Kennedy en 1963 y el reemplazo de Kruschev por la troika Brezhnev-Kosygin-Podgornyen en 1964, fueron profundizando la rivalidad entre los polos de poder.
Por un lado, la asunción de Lyndon Johnson llevaría a un endurecimiento de la política estadounidense en Vietnam y también en el escenario latinoamericano (que desembocaría en la intervención directa y unilateral en Santo Domingo en 1965). Ello sumado a la ya preexistente tensión en el escenario americano entre la Alianza para el Progreso y las presiones de los organismos internacionales de crédito.
Por el otro, bajo el liderazgo de Leonid Brezhnev se afirmó una estrategia de expansión económica en Europa y en los países del entonces recientemente denominado Tercer Mundo. Asimismo se pondría en evidencia el carácter militarista del accionar del gobierno soviético en su propia zona de influencia.
Por otra parte, la Conferencia de Bandung de 1955 había dado lugar a lo que se conoció como “doctrina afroasiática”, surgida del proceso de descolonización en esos continentes. Esta doctrina proponía una “nueva moral internacional”, que se distanciara de la hegemonía de los Estados Unidos y de la Unión Soviética, que defendiera la autodeterminación de los pueblos, y que se expresara en un no alineamiento y en una Tercera Posición respecto de los dos bloques, condenando el imperialismo.
En 1961, en Belgrado, se constituyó el Movimiento de Países No Alineados, y en la declaración final de esta primera conferencia se destacaron: el apoyo a la revolución independentista de Argelia; la condena a las intervenciones de Portugal y Francia en Angola y Túnez, y al apartheid africano; el respaldo a la lucha del pueblo palestino; el apoyo a Cuba respetando el derecho a la libre elección de su sistema político y social, y el reconocimiento de la República Popular China.
En cuanto al continente europeo, se trata de un período durante el cual, la relativa subordinación respecto de los Estados Unidos iría virando hacia una creciente afirmación de autonomía y disputa económica.
Todo este escenario de amplia disputa por el predominio en la región –que para el caso de los Estados Unidos se expresó en los vínculos con las Fuerzas Armadas a través de la formulación de la Doctrina de Seguridad Nacional, y el aumento de la presión de los organismos internacionales de crédito- se entrelazó con distintos y complejos conflictos políticos y económicos internos que signaron la inestabilidad de la Argentina a lo largo de la década.
Recordemos que este período estuvo signado por la existencia de gobiernos “semidemocráticos”, que se encontraban debilitados por la proscripción del peronismo y las presiones de las fuerzas armadas, y dictaduras también disputadas por las distintas facciones del ámbito castrense y sus aliados civiles. Todo esto en un marco de lo que varios autores han identificado como péndulo económico, que osciló entre fomentar políticas de desarrollo industrial sobre la base del capital extranjero y políticas de corte liberal ortodoxo que promovían las estrategias primario exportadoras.
Explicación: