Respuestas
Respuesta:
Género musical: Vals peruano
Sello discográfico: J.D. Feraud Guzmán
Compositor: Laureado Martínez Smart
Año: 1956
El disco 'Fatalidad' fue el primer éxito de Julio Jaramillo y de la historia musical del Ecuador. En menos de una semana se agotó y la empresa J.D. Feraud Guzmán hizo varias ediciones extraordinarias.
Julio Jaramillo, acompañado en el requinto por un cuencano no mucho mayor, Rosalino Quintero, desataron un fenómeno musical que llamó mucho la atención, sobretodo porque 'Fatalidad' era una canción muy conocida en el momento, pero en voz de Olimpo Cárdenas, que la había grabado en Colombia un año antes y había tenido gran éxito.
Jota Jota la grabó en una versión diferente y consiguió que una misma canción alcance la gloria dos veces seguidas, pero la segunda ocasión mucho más.
La historia en palabras de Francisco Feraud: En esa época teníamos una rivalidad muy grande con el sello Cóndor, de Ifesa. Yo era muy joven y trabajaba en el mostrador del almacén de mi padre. Había una cosas que me desesperaba y es que a cada instante la gente se acercaba y pedía Fatalidad, interpretada por Olimpo Cárdenas, un disco que Ifesa había importado de Colombia y que nosotros no teníamos. Le comenté eso a mi padre y él le escribió a Otoniel Cardona, de discos Victoria, en Medellín. Pero importar los discos resultaba muy caro, y más caro aún era pedir los ‘master’ para hacernos cargo de la producción. Entonces, no sé, fue como una iluminación: un día lo veo pasar a Julio por la 9 de Octubre (él ya había grabado el pasillo Esposa para nuestro sello), y se me ocurrió la idea de proponerle que grabe Fatalidad. - Pero tienes que copiar igualito, le dije. - No, don Pancho, igualito no, lo voy a hacer mejor, me contestó. (...) Entonces se acostumbraba que en un mismo disco se grababan dos ritmos diferentes: un vals con un pasillo, un bolero con un vals. Buscamos un tema apropiado para el segundo lado y probamos alrededor de unas veinte canciones. Y creo que fue un acierto no poner otra canción de Olimpo Cárdenas sino un tema nuevo, como era Naufragio de Amor.(...) Desde el primer día la canción fue un éxito completo. En la primera semana vendimos 6.000 discos, un récord, así que de urgencia tuvimos que hacer más copias.
La historia en palabras de Rosalino Quintero: Como yo estaba a cargo de los arreglos, quise hacer una cosa muy diferente. Volví a usar el requinto en lugar de la guitarra, y le dimos a la canción un ritmo distinto, en un punto medio entre el valsesito peruano y el ecuatoriano. (...) En aquellos tiempos se grababa en la noche para que hubiese menos ruido, porque los estudios no tenían aislamiento. Nos reunimos a eso de las 8 de la noche. Julio Aldaz fue el ingeniero. Carlos Silva Pareja estuvo en el bajo, y Carlos Sergio Bedoya y Juan Ruiz acompañaron con las guitarras. Como usábamos un micrófono, cada uno se tenía que hacer a un lado cuando le tocaba al otro, y Julio cantaba medio agachado. Tuvimos que hacer varias pruebas, pero al final nos salió como queríamos. Imagínese lo hubiésemos hecho con los equipos y tecnología que hay ahora.
Explicación:
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Género musical: Vals peruano
Sello discográfico: J.D. Feraud Guzmán
Compositor: Laureado Martínez Smart
Año: 1956
El disco 'Fatalidad' fue el primer éxito de Julio Jaramillo y de la historia musical del Ecuador. En menos de una semana se agotó y la empresa J.D. Feraud Guzmán hizo varias ediciones extraordinarias.
Julio Jaramillo, acompañado en el requinto por un cuencano no mucho mayor, Rosalino Quintero, desataron un fenómeno musical que llamó mucho la atención, sobretodo porque 'Fatalidad' era una canción muy conocida en el momento, pero en voz de Olimpo Cárdenas, que la había grabado en Colombia un año antes y había tenido gran éxito.
Jota Jota la grabó en una versión diferente y consiguió que una misma canción alcance la gloria dos veces seguidas, pero la segunda ocasión mucho más.
La historia en palabras de Francisco Feraud: En esa época teníamos una rivalidad muy grande con el sello Cóndor, de Ifesa. Yo era muy joven y trabajaba en el mostrador del almacén de mi padre. Había una cosas que me desesperaba y es que a cada instante la gente se acercaba y pedía Fatalidad, interpretada por Olimpo Cárdenas, un disco que Ifesa había importado de Colombia y que nosotros no teníamos. Le comenté eso a mi padre y él le escribió a Otoniel Cardona, de discos Victoria, en Medellín. Pero importar los discos resultaba muy caro, y más caro aún era pedir los ‘master’ para hacernos cargo de la producción. Entonces, no sé, fue como una iluminación: un día lo veo pasar a Julio por la 9 de Octubre (él ya había grabado el pasillo Esposa para nuestro sello), y se me ocurrió la idea de proponerle que grabe Fatalidad. - Pero tienes que copiar igualito, le dije. - No, don Pancho, igualito no, lo voy a hacer mejor, me contestó. (...) Entonces se acostumbraba que en un mismo disco se grababan dos ritmos diferentes: un vals con un pasillo, un bolero con un vals. Buscamos un tema apropiado para el segundo lado y probamos alrededor de unas veinte canciones. Y creo que fue un acierto no poner otra canción de Olimpo Cárdenas sino un tema nuevo, como era Naufragio de Amor.(...) Desde el primer día la canción fue un éxito completo. En la primera semana vendimos 6.000 discos, un récord, así que de urgencia tuvimos que hacer más copias.
La historia en palabras de Rosalino Quintero: Como yo estaba a cargo de los arreglos, quise hacer una cosa muy diferente. Volví a usar el requinto en lugar de la guitarra, y le dimos a la canción un ritmo distinto, en un punto medio entre el valsesito peruano y el ecuatoriano. (...) En aquellos tiempos se grababa en la noche para que hubiese menos ruido, porque los estudios no tenían aislamiento. Nos reunimos a eso de las 8 de la noche. Julio Aldaz fue el ingeniero. Carlos Silva Pareja estuvo en el bajo, y Carlos Sergio Bedoya y Juan Ruiz acompañaron con las guitarras. Como usábamos un micrófono, cada uno se tenía que hacer a un lado cuando le tocaba al otro, y Julio cantaba medio agachado. Tuvimos que hacer varias pruebas, pero al final nos salió como queríamos. Imagínese lo hubiésemos hecho con los equipos y tecnología que hay ahora.