Respuestas
Explicación:
Las nociones del espacio cambian obligadamente con las transformaciones producidas en las telecomunicaciones. Los procesos de ordenación territorial han de tener en cuenta, pues, estas nuevas fases de partida y su incidencia desigual sobre el espacio.
Todo proceso de ordenación territorial lleva implícito una noción de espacio, de sus contenidos y de sus relaciones. Por ello todo fenómeno que modifique esos contenidos y esas relaciones obliga a replantearse la totalidad de los conceptos espaciales y, con ellos, la misma base de la ordenación territorial. No tener presente este presupuesto, aparentemente tan básico y banal, puede llevar frecuentemente a instrumentalizar procesos de ordenación que no respondan a las auténticas inquietudes y necesidades que, en principio, se pretendía solucionar. Ello es más evidente en nuestros días cuando cualquier proceso de planificación territorial incorpora elementos, como los nuevos sistemas de comunicación, que suponen, en sí mismos, otra concepción del espacio aún no bien perfilada.
La capacidad de actuación de estos nuevos sistemas es consecuencia de la actitud que se adopte respecto a sus posibilidades de innovación. En otras palabras, las implicaciones territoriales de las telecomunicaciones modernas dependen tanto de la noción que la sociedad tenga del espacio geográfico en que vive, de sus dimensiones, recursos o configuración, como de la posibilidad real de éstas para ofrecer otra imagen del mismo.