Realice una analisis del resumen de La Peste, descomponiendo el texto en seis ideas principales
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RESUMEN:
La narración se centra en la ciudad argelina de Orán, a mediados del siglo XX. Camus nos describe una ciudad activa, fea y monótona, en donde sus habitantes solo piensan en trabajar para enriquecerse y reservan los placeres mundanos para los escasos momentos de ocio de que disponen. Su ritmo de vida es frenético y rutinario.
Sin embargo, algo cambiará abruptamente esa forma de vida y será la aparición de una terrible epidemia que asola la ciudad, barriendo de la calle a cientos de cadáveres diarios. Como dice el narrador, las pestes y las guerras generalmente llegan cuando la gente está más desprevenida, esto es, cuando nadie está pensando en ellas.
La situación es tan grave que la ciudad es puesta en cuarentena, sitiada y rodeada por una estricta vigilancia. Los muros históricos de Orán son el límite que demarca su principio y su fin. Y, dentro de ella, se verá contenida toda la podredumbre humana, aunque también toda su gloria. El viraje en el estilo de vida de los habitantes se hace patente. El miedo hace mella en seguida: «hay los que tienen miedo y los que no lo tienen, pero los más numerosos son los que todavía no han tenido tiempo de tenerlo».
El principal protagonista de la historia es el doctor Rieux. Un médico que trata de contener la enfermedad por todos los medios. Se trata del personaje ético o moral de la novela, el que comprende la situación y trata de luchar desesperadamente contra la misma. Hay otro personaje fundamental también, el periodista Rambert.
Se describen las medidas profilácticas y la cantidad de muertes que acontecen, siendo la enfermedad la verdadera protagonista de la novela. Narrado en primera persona, podemos ver cómo la voz acompaña a todos los personajes y lo observa todo desde una perspectiva neutral, sin involucrarse nunca en nada de lo que sucede.
Es ese tránsito que nos lleva desde la indiferencia, la pasividad y falta de amor al prójimo hasta la solidaridad humana lo que le confiere una gran carga moral a esta portentosa novela. La enfermedad no afecta solamente al que se contagia con ella, sino a aquellos que permanecen sanos y toman dos actitudes diferentes: el más puro egoísmo y la generosidad sin límites. Uno de los personajes principales, Tarrou, lo describe de este modo: «esa porquería de enfermedad… hasta los que no la tienen parecen llevarla en el corazón.«
Pese a sus diferencias ideológicas, entre Rieux y Tarrou se desarrollará una fuerte amistad. En un momento dado Tarrou confiesa que su aspiración es llegar a ser santo. Para Rieux, por el contrario, lo verdaderamente importante es ser solidario: «Lo que me interesa es ser hombre«, afirma. Y esa afirmación queda remachada por esta otra: «bien sé que el hombre es capaz de acciones grandes, pero si no es capaz de un gran sentimiento no me interesa«. La lucha de Rieux contra la enfermedad es atroz e incansable, y representa una batalla contra el mal.
Podemos ver un paralelismo claro entre el argumento de La peste y buena parte de los principales títulos existencialistas de Europa. De Kafka a Sartre vemos el drama de una existencia reducida al absurdo. Una vida encarcelada en ella misma y que lucha contra su propia naturaleza. Se trata de un dilema, aportado en este caso por Albert Camus, entre el bien y el mal, entre una vida moral y una degradación ética.
El estilo de la obra es tan seco y áspero como otros grandes títulos elaborados por el escritor francés. Sin embargo, en esta obra podemos encontrar muchas frases con dobles significados. Cada palabra parece una alegoría de otra cosa, muy similar a El proceso de Kafka.
Del puerto oscuro subieron los primeros cohetes de los festejos oficiales. La ciudad los saludó con una sorda y larga exclamación. Cottard, Tarrou, aquellos y aquella que Rieux había amado y perdido, todos, muertos o culpables, estaban olvidados. El viejo tenía razón, los hombres eran siempre los mismos. Pero esa era su fuerza y su inocencia y era en eso en lo que, por encima de todo su dolor, Rieux sentía que se unía a ellos. En medio de los gritos que redoblaban su fuerza y su duración, que repercutían hasta el pie de la terraza, a medida que los ramilletes multicolores se elevaban en el cielo, el doctor Rieux decidió redactar la narración que aquí termina, por no ser de los que se callan, para testimoniar en favor de los apestados, para dejar por lo menos un recuerdo de la injusticia y de la violencia que les había sido hecha y para decir simplemente algo que se aprende en medio de las plagas: que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio.
espero que te sirva.
SALUDOS!!!