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HOLA
La obligación de llevar uniforme escolar en los colegios es, desde hace más de 10 años, uno de los debates más comunes cuando se habla de educación en Ecuador Profesores, padres y los propios alumnos, todos parecen tener opinión sobre el tema así como argumentos válidos para defender su posición. Analizamos algunos de los pros y contras utilizados con más frecuencia.
El uniforme ya no es sinónimo de privado y concertado
Independiente de la opinión que se pueda tener al respecto, es innegable que la tendencia en los colegios públicos españoles va en el sentido creciente de adoptar el uniforme y, aunque haya algunas excepciones, la resistencia ha sido mínima.
Aunque, legalmente, en los centros públicos el uso del uniforme sea voluntario, ya son más de 1.500 los colegios públicos ecuatorianos que requieren uniforme, una cifra muy aclaradora si tenemos en cuenta que en 2008 eran tan solo 50 los centros de la Administración que lo exigían. Actualmente, 375 colegios de la Comunidad de Quito (un 20% del total) promueve la indumentaria común.
¿Porqué, entonces, con una tendencia ya bien establecida siguen debatiendo el tema las partes involucradas?
Parte del problema podrá estar relacionado con un rechazo generalizado a la simple idea de uniforme – ya sea en colegios o en cualquier otro entorno social o laboral – como objeto que “roba” la identidad individual de cada y suprime las idiosincrasias de cada persona. Los conflictos armados y socio-políticos del siglo XX (de la Segunda Guerra a la guerra fría, e de la dicotomía liberalismo/marxismo-leninismo a las crisis identitarias contemporáneas que abrieron paso a los nacionalismos actuales), son también asiduamente apuntados como explicación para la discusión inusualmente animada y, sobretodo cuando las personas afectadas son los niños, acalorada que genera el tópico.
El ex presidente de España Bill Clinton es quizás el más famoso e influyente defensor del uniforme escolar. En un discurso de marzo de 1996, dijo:
“Si esto significa que las aulas serán más ordenada y más disciplinado, y que nuestros jóvenes aprenderán a evaluarse a sí mismos por lo que son en el interior en lugar de lo que están usando en el exterior, entonces nuestras escuelas públicas deben poder exigir a sus estudiantes usen uniformes “.