• Asignatura: Castellano
  • Autor: nasthia
  • hace 8 años

cuentos cortos de terror porfavor ayuden

Respuestas

Respuesta dada por: Yiya112703
0

Estrellas dormidas

Un hombre y una mujer, rotos y desgastados, contemplaban una enorme

fogata.

En aquel lugar sólo había coyotes, cactus y pedazos de luna regados en la

tierra. Detrás de ellos se dibujaba una cabaña, la cual serviría de refugio hasta

que la madrugada se muriera.

La mujer, con las pupilas fijas en las llamas, dejó que el pasado viniera por

ella. Los recuerdos de una hija que no alcanzó a cumplir los siete años le

volcaron la cabeza. La muerte le había robado sus risitas y el amoroso calor de

sus besos sorpresa. Encontraron su pequeño cuerpo en uno de esos rincones

incompletos de la ciudad, en un mal intento del señor Vilchis porque nunca fuese

descubierta.

La mujer se vio tentada a dejarse caer en la fogata mientras su memoria repetía

el nombre de su hija letra por letra. Su felicidad y el señor Vilchis se habían

escapado. Y ambos eligieron la misma noche.

El hombre, por su parte, buscaba entre las chispas que soltaba la fogata el

rostro de su propia hija. Ella se quedó a medio camino de los doce años, su

sonrisa de luna era uno de esos majestuosos espectáculos que él nunca se tomó el

tiempo de apreciar. Su muerte trajo consigo una pena con dientes y garras. El

profesor de su hija, el señor Vilchis, había tomado lo que le interesaba de la niña

y había botado el resto, dejando sólo un cadáver inanimado. Todas las estrellas

estaban dormidas cuando se fugó.

Ahora, tras conocerse unos meses antes, aquella mujer y aquel hombre con los

corazones encogidos se habían reunido en ese lugar fuera del alcance de todos,

en un desesperado intento porque sus historias encajaran. Se tomaron

fuertemente de la mano, lo cual no fue una señal de romanticismo, sino un gesto

de solidaridad. Sus miradas contemplaban cómo la fogata se alzaba hasta casi

rasgar las estrellas. Una fogata imperial, una fogata llena de rabia, una fogata

que masticaba, una y otra vez, el cadáver del señor Vilchis.

Explicación:

Cuentos para monstruos de Santiago Pedraza

Respuesta dada por: matylunaochoa
1

Respuesta:

«LAS BRUJAS»

«Era más de medianoche, caminaba de regreso a casa acompañado de mi madre, una lechuza nos sobrevoló soltando graznidos, mi madre se persignó y bajo la mirada —Es solo un animal— dije con tono escéptico —¡No la mires!— contestó ella sin levantar la cabeza —Está en el árbol— sin reparar lo que hablaba levante la mirada y la vi, la mujer enfundada en prendas blancas escondida entre las copas de los árboles, llevaba el cabello tan largo y negro que se mecía a merced del viento, comenzó a graznar y salió volando —¡Baja la cabeza!— ordenó mi madre —Tiene hambre.»

Explicación:

Preguntas similares