Respuestas
El primer objetivo que debe tener un diseñador a la hora de ponerse a trabajar con texto es que éste sea legible, es decir que facilite la lectura al posible receptor de ese trabajo. Cuando el diseñador domina las reglas que hacen que un texto sea más o menos legible o cuando es más importante la expresividad que el contenido textual, es cuando el diseñador podrá trabajar más libremente.
¿Cuáles son las reglas que debemos tener en cuenta para la legibilidad de los textos?
Es elemental analizar el tipo de diseño y mensaje que se quiere transmitir, según esto es importante elegir una fuente tipográfica, escoger un tipo de fuente acorde con el perfil del receptor o consumidor a quien va dirigido el mensaje. La tipografía en este caso debe apoyar los textos y complementar los elementos gráficos.
En primer lugar deberemos escoger caracteres que sean abiertos y bien proporcionados, con regularidad en los tipos y con remates clásicos. Los caracteres que contienen afectaciones estilísticas o irregularidades son menos legibles, por lo que son menos recomendables utilizarlos en bloques de textos y más adecuados para textos cortos o titulares.
Una vez elegida la tipografía con la que trabajaremos para hacer legible el trabajo, tendremos que tener en cuenta otros aspectos como el cuerpo con el que trabajaremos, la longitud de la línea o el interlineado. Cuando conseguimos que estos tres elementos armonicen “tipografía y su tamaño o cuerpo, longitud e interlineado”, se producirá una mayor facilidad de lectura, será más natural nuestro recorrido visual sobre el texto. Cuando variamos uno de estos aspectos en la tipografía, deberemos ajustar los otros para que la armonía se siga produciendo.