• Asignatura: Salud
  • Autor: josuegavilanez
  • hace 7 años

Redacte un ensayo argumentativo con el tema: covid-19

Respuestas

Respuesta dada por: Vahyoletp14
62

Respuesta:En diciembre de 2019 fue informado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) un brote de neumonía por coronavirus en Wuhan, China. Al 12 de marzo de 2020, se habían notificado 125 048 casos y 4 614 personas fallecidas. El coronavirus es un virus ARN envuelto del género Betacoronavirus distribuido en aves, seres humanos y otros mamíferos. La OMS ha denominado a la nueva enfermedad por coronavirus COVID-19. Se han puesto en marcha más de 80 ensayos clínicos para evaluar un tratamiento para el coronavirus, que incluyen algunos ensayos de reposicionamiento de medicamentos para la COVID-19. clínicos relacionados con más de 20 medicamentos, como inmunoglobulina humana, interferones, cloroquina, hidroxicloroquina, arbidol, remdesivir, favipiravir, lopinavir, ritonavir, oseltamivir, metilprednisolona, bevacizumab y medicina tradicional china. Aunque el reposicionamiento de medicamentos tiene algunas limitaciones, el reposicionamiento de los ensayos clínicos puede representar una estrategia atractiva porque facilita el descubrimiento de nuevas clases de medicamentos; estos tienen costos más bajos y tardan menos en llegar al mercado; y existen cadenas de suministro farmacéutico que apoyan la formulación y la distribución.

Explicación:


dasvic123: uy q laraga la respuesta
asmiruday: Mucho texto
Respuesta dada por: marlonflor10
10

Respuesta:

1. INTRODUCCIÓN

Han sucedido tantas cosas, y en tan poco tiempo, que no resulta fácil seleccionar alguna temática sin dejarnos fuera otras igualmente relevantes. Probablemente nos pasaremos los próximos años debatiendo sobre lo acontecido, entre otros motivos, por la escasa información que aun hoy tenemos sobre la apisonadora que ha triturado inmisericordemente nuestro estilo de vida.

Las imágenes de los camiones militares llevándose cadáveres de las ciudades italianas, las de nuestro personal sanitario protegiéndose con bolsas de basura, las fosas comunes en Nueva York, el "todo va a salir bien" de los murales infantiles, las colas del hambre, o la incredulidad de los ancianos que agonizaban en la más absoluta soledad, nos han despertado de la nebulosa de aparente seguridad en que hemos vivido, al menos en Occidente, en las últimas décadas.

Sin duda, las narrativas tecno-utópicas han servido de poderoso narcótico colectivo, de ahí la dureza con que nos ha cimbreado la realidad. En efecto, a lo largo de estos años, una legión de propagandistas nos ha deslumbrado con sus predicciones de ciudades inteligentes, nano-robots, medicina personalizada, inteligencia artificial, big data, etc., que nos darían el cobijo y la protección propia de una guardería. Sin embargo, en esta hora de la verdad, nos hemos visto obligados a emplear técnicas propias del medievo, convirtiendo en pesadilla nuestros sueños de dominio de la naturaleza. De ahí que no hagamos más que restregarnos los ojos.

He seleccionado cuatro temáticas interconectadas entre sí que nos permitirán analizar diferentes fractales de una misma realidad. En concreto, el primer apartado lo dedicaremos a la ética de la toma de decisiones en situaciones de triaje; el segundo, a las implicaciones para nuestras libertades del acelerado proceso de datificación al que hemos asistido; el tercero, a reflexionar sobre el papel jugado por la biotecnología a la hora de contrarrestar las propuestas que implican, tácita o encubiertamente, un darwinismo social; y el último, a la singularidad, o especificidad folclórica, del confinamiento español.

Explicación:

concluciones

6. CONCLUSIONES

Hemos examinado cuatro perspectivas, ética, política, terapéutica y local de un mismo problema que parece va a convivir largo tiempo con nosotros. Las conclusiones que podemos extraer son las siguientes:

La legislación no regula el triaje porque nadie es capaz de enfrentarse a ese problema. Los debates entre neokantianos y utilitaristas, con sus ricas, variadas y floridas escuelas, no solo no resuelven la cuestión, sino que la ahondan, ya que ambas corrientes acaban en aporías insolubles. Los primeros, porque en última instancia defienden que quien primero llegue a un respirador, se quede con él hasta que sane o muera; y los segundos, porque acaban proponiendo un carné social a la china (el "valor social" del individuo). El fracaso, tanto en la vertiente académica como en la legislativa, conlleva que se ceda el problema a los médicos, que han de tomar las decisiones guiándose por criterios que la sociedad no quiere conocer explícitamente. En última instancia, las cosas son blancas o negras, esto es, si hay un respirador y dos potenciales pacientes ingresados por la Covi-19, hay que elegir a uno. Y nadie quiere que ese proceso de toma de decisiones se recoja por escrito porque nos resulta insoportable afrontarlo.

La gravedad de la pandemia nos conduce hacia una justificación teórica del control de la población para el que no estábamos preparados. En realidad, no es algo nuevo, sino legado por el régimen chino. Durante las últimas tres décadas, la dictadura oriental ha ido perfeccionando los mecanismos de vigilancia de su pueblo, de forma que, cuando apareció el coronavirus, ya estaban psicológica y jurídicamente preparados. Nosotros no. La necesidad de saber quién está contagiado, quiénes son sus contactos, etc., redirige a las democracias parlamentarias occidentales hacia escenarios tecnocientíficos que hasta hace poco solo podían hallarse en la literatura o en el cine. Cuanto más se tarde en lograr una vacuna, más estructural será el acomodamiento psicológico de la población a esta realidad.

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