• Asignatura: Biología
  • Autor: estrellitamar11
  • hace 8 años

resumen de el cuento la mariquita catarina

Respuestas

Respuesta dada por: Bhrando
5

Respuesta:

Explicación:

No sé

Respuesta dada por: krystieninellerosale
6

Respuesta:

La mariquita Catarina

Las alas delanteras de la mariquita Catarina eran de un color rojo intenso con siete brillantes

puntos negros. Sus dos alas posteriores eran muy delicadas y de un marrón suave y transparente

a juego con el color de su abdomen. No temía ser vista pues sabía que los insectos con tonos

rojizos y negros son frecuentemente venenosos y las aves evitan comerlos.

Un día, estando posada en un rosal, se le acercó una abeja que andaba recolectando polen.

- ¿Verdad que yo soy la mariquita más hermosa de todas cuantas hay?

- Sí. En verdad eres hermosa y aún lo serías más con dos lacitos en tus antenas.

Catarina se fue rápidamente en busca de un caracol que era especialista en la

fabricación de lacitos, corbatas y sombreros.

- Quiero un lacito negro para la antena derecha y el otro rojo a juego con mis alas.

Y Catarina con los lacitos colgados de sus antenas, buscó una hoja de un color verde intenso sobre

la que posarse para que su hermoso colorido destacase aún más.

- ¿Verdad que no hay ningún insecto tan hermoso como yo? – le dijo a una

hormiga que estaba atareada recogiendo azúcar de una fresa.

- Es cierto que eres muy hermosa, pero alguna mariposa he visto aún más hermosa que tú. Quizás

con unos zapatitos a juego serías la reina del mundo.

Catarina inmediatamente voló en busca del ciempiés y le encargó tres pares de zapatos: negros

para las patas delanteras, marrones para las patas del medio y rojos para las dos patas posteriores

que eran las que más se veían al volar.

Era ya principios de invierno cuando, estando posada en una hoja seca de color marrón a juego

con sus alas posteriores, vio a un gusano comiendo la última manzana que quedaba en el árbol.

- ¿Verdad que soy el ser más hermoso del mundo?

- Ningún animal hay en el mundo más hermoso que tú. Pero, con el frío del invierno, tus lacitos,

tus alas y tus zapatitos perderán color y la próxima primavera ya no tendrán esos tonos tan vivos.

Necesitarías un abrigo para resguardar tan hermoso colorido.

La mariquita Catarina se fue al instante en busca de un escarabajo fabricante

de abrigos y le compró uno de color negro brillante a juego con sus lacitos que

era lo único que quedaría visible de su cuerpo.

Con su nuevo abrigo escaló por el tronco de un manzano en busca de un hueco

para pasar el invierno. Y cuando ya estaba cerca de uno que le parecía

apropiado, advirtió que un jilguero hambriento se le aproximaba con mirada

amenazadora. La mariquita quiso salir volando pero su abrigo se lo impidió.

- ¡Eh! ¡Que soy una mariquita! – chilló desesperadamente.

Pero el jilguero no la creyó y pensando que era una apetitosa mosca, de un picotazo se la comió.  

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