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La tumba, junto con el templo, son los edificios más importantes de la civilización Egipcia porque cumplían un objetivo religioso y político. Todos los faraones desde el momento en que accedían al trono iniciaban la construcción de su morada para la otra vida, asegurándose así su paso a la eternidad espiritual. Pero todos también, al menos en el Imperio Antiguo, construían un edificio gigantesco capaz de demostrar a su pueblo y a la posteridad su grandeza.
La arquitectura egipcia se caracteriza por su monumentalidad y colosalismo; sus construcciones no están hechas a proporción humana, sino divina y son excesivamente grandes y pesadas. Es una arquitectura arquitrabada, basada en líneas horizontales y verticales. La curva está ausente. Gruesos muros y cubiertas planas. Simetría y repetición de formas básicas.
Para entender la cultura egipcia hay que tener en cuenta el concepto que aquel pueblo tenía acerca de la vida y de la muerte.
Debido a las creencias de ultratumba, se desarrolla un arte dedicado a los muertos. La verdadera vida, para el egipcio, empezaba después de la muerte. Para asegurar esta vida, había que proteger al cadáver de su corrupción, de ahí que se desarrollaran las técnicas de momificación. Convertían los cadáveres en momias. Para ello, secaban los cuerpos y los envolvían con vendas, después los guardaban en un sarcófago y los enterraban en tumbas. La tumba es la morada del muerto, y en ella se intentaría reproducir la vida terrenal. El muerto disfrutaría, eternamente, dentro de su tumba, de una vida igual a la que había pasado en la tierra (Doat). Alrededor del sarcófago ponían todo aquello que creían que necesitaría el muerto en la otra vida: ropa, alimentos, alhajas, etc.
Prueba de que para la cultura egipcia era más importante la vida del más allá y el bienestar de los dioses que el propio bienestar de los hombres es que, mientras las viviendas se construían en materiales perecederos como el adobe, los templos y las tumbas fueron construidos con piedra, ya que estaban concebidos para la eternidad.