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Respuesta:Sectores como el turismo, la industria cultural, el comercio, el deporte, entre otros, muestran su gran preocupación debido a que sus actividades se encuentran, prácticamente, suspendidas debido a las medidas adoptadas por el Gobierno para mitigar el contagio del coronavirus en todo el territorio nacional.
A esta incertidumbre económica se le suma la guerra petrolera entre Arabia Saudita y Rusia, cuando el primero anunció una mayor producción del crudo, lo que bajó los precios. Con la decisión, el dólar rompió la barrera de los 4.000 pesos y agudizó la crisis en el país. Este fenómeno golpea directamente a Colombia porque concentra la mayor parte de sus exportaciones en el petróleo y no tiene una economía diversificada. Para muchos expertos, la situación se ha convertido en la tormenta perfecta, como afirma Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo: “Si estos dos choques, tanto el de la guerra del petróleo como el del coronavirus, duran a lo largo de esta primera mitad del año, no hay duda de que habrá afectaciones negativas en la actividad económica de Colombia, a través de sectores como el comercio, el turismo y los servicios”.
Y es que la subida del dólar también afecta la canasta familiar. Colombia produce materias primas, pero varios insumos necesarios para ello vienen del exterior. Por tal motivo, algunos productos de la canasta familiar tendrán un alza en sus precios mientras se empieza a estabilizar el valor del dólar y a medida que baje la pandemia del coronavirus.
La incertidumbre afecta negativamente la confianza de sectores como el agro y la industria. Sin embargo, para el director ejecutivo de Fedesarrollo, toda crisis tiene una oportunidad para explorar nuevas posibilidades. Asegura que “empresarios e industriales podrían mirar la manera de abrir nuevos mercados, diferentes alternativas de destino para sus exportaciones y así disminuir esas vulnerabilidades ante estos choques de comercio que, infortunadamente, van a tener un impacto en la economía a corto plazo”. Afirma, además, que este momento es clave para que Colombia pueda diversificar su economía y, de esta manera, disminuir los riesgos ante un nuevo acontecimiento que ponga en apuros la economía.
Según José Ignacio López, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, el Gobierno nacional como primera estrategia debe adoptar una serie de medidas sanitarias y económicas que permitan ayudar a superar esta tormenta. “El Banco de la República ha tomado unas decisiones muy acertadas en términos de aumentar la liquidez del sistema financiero para que pueda operar normalmente. Pero a medida que evolucione este tema el Emisor debe examinar, emulando lo que otros bancos centrales han hecho, el ‘quantitative easing’ (QE), una medida de compra de manera definitiva de unos papeles de deuda pública o privada, y así le mete liquidez a la economía”, dijo.
Además, los expertos advierten que, de seguir esta tendencia, sería inevitable una recesión económica, lo que significa una desaceleración en la economía con serias afectaciones en el consumo e inversión así como un aumento en los índices de desempleo. Sin embargo, también se proyecta que si esta tormenta termina en los próximos dos o tres meses, la recuperación económica arrancaría en el segundo semestre de este año.
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