Respuestas
Respuesta:
El imperio ruso seguía organizado, a la altura del siglo XX, como un Estado totalitario propio del Antiguo Régimen.
El poder político lo ostentaba el Zar (Emperador) de la familia de los Romanov, que mantenía una monarquía absoluta y teocrática apoyada en una nobleza y clero privilegiados y agradecidos con semejante estructura política, que nutría además el mando de un numeroso ejército.
En este tipo de organización autoritaria, si existe una Asamblea prácticamente no tiene poder. Tal es el caso del tradicional parlamento ruso, la Duma, que raramente se convocaba pues dependía de la potestad del zar el convocarlo o disolverlo.
El régimen zarista perseguía duramente cualquier tipo de disidencia, siendo frecuentes las deportaciones a Siberia y las ejecuciones de los opositores.
En esta situación en la que no existían derechos ni libertades individuales alguno, la oposición al zarismo se fue haciendo cada vez más intensa. Ahora bien, ésta no formó un bloque homogéneo, sino que nacieron múltiples organizaciones. Este es el panorama de oposición al zarismo en la coyuntura previa al estallido revolucionario de 1917.