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Respuesta:Como vimos en las lecciones anteriores, la Tierra es un planeta en donde ocurren cambios frecuentes. Su corteza, la capa más delgada que la cubre, está dividida en piezas muy grandes llamadas placas, que están en movimiento muy lento, pero constante.
Cuando se formaron los océanos, los continentes de la Tierra no tenían la configuración de hoy día. Se supone que alguna vez todos los continentes fueron una sola masa terrestre, que formaba un supercontinente conocido como Pangea, que significa todas las tierras.
Hace aproximadamente 250 millones de años, la Pangea se fraccionó y las placas o fragmentos de masas se dispersaron y fueron cambiando hasta tener la forma y localización de los continentes que hoy se conocen. La flora y la fauna de la Pangea se aislaron en cada porción de tierra, que al cambiar de posición tuvo nuevos climas y dio lugar al desarrollo de nuevas formas de vida. Cada continente se convirtió en la casa o hábitat de diferentes tipos de plantas, animales y microorganismos, que formaron los ecosistemas que ahora conocemos. Los seres vivos también fueron cambiando, es decir, evolucionaron, como veremos en las siguientes lecciones.
Dos fragmentos de la Pangea se unieron para formar lo que hoy es el continente americano. En la parte que corresponde a América del Norte vivían mastodontes, tapires, camellos antiguos y animales carnívoros, mientras que en América del Sur se desarrollaron los armadillos y los marsupiales o mamíferos con bolsa, entre otros.
¿Sabías que... los canguros de Australia son mamíferos marsupiales que probablemente aparecieron en América del Sur cuando el continente estaba unido con Australia y la Antártida? Cuando se separó Australia y se movió hacia el sur, los bosques dieron lugar a pastizales que favorecieron el desarrollo de marsupiales de piernas largas, que se alimentaban de pastos, como los canguros. Actualmente en América del Sur no hay canguros, pero hay otros marsupiales llamados zarigüeyas, que en México son conocidos también como tlacuaches.
Algunos lograron adaptarse a las nuevas condiciones, como el armadillo en el norte; otros se extinguieron, como un marsupial que era del tamaño de un jaguar y tenía dientes de sable.
Debido a la forma de la Tierra, el ecuador recibe la luz del sol directamente. Por eso es más cálido que los polos, en los que la luz llega con una mayor inclinación.
El tipo de animales y plantas que viven en un ecosistema particular depende en gran medida de los factores físicos de su hábitat. El suelo, el agua y el clima de un lugar determinan la clase de organismos que pueden habitarlo. Por ejemplo, un oso polar sólo lo encontraremos en el Polo Norte donde el clima es frío y no en una selva, donde las condiciones le son adversas.
En el planeta Tierra existe una gran variedad de ecosistemas debido a que el clima varía de un lugar a otro. La forma de la Tierra, la inclinación de su eje y la manera como inciden los rayos solares en cada lugar del planeta, son algunos de los factores que influyen en las diferencias climáticas, e indirectamente, en la gran diversidad de ecosistemas. Por ejemplo, el ecuador y los trópicos son más cálidos que los polos, debido a la cantidad e inclinación de rayos de sol que reciben durante el año.
La altitud y el relieve también influyen en la existencia de diferentes ecosistemas; por eso, cuando escalamos una montaña, nos damos cuenta de que, a medida que subimos, el clima cambia y con ello la vegetación y la fauna.
Corte de la corteza terrestre, en el que se muestran los diferentes ecosistemas, desde los tropicales a nivel del mar, hasta los más fríos a más de 3 000 metros de altitud.
Todos los ecosistemas se han formado a lo largo del desarrollo de la vida en la Tierra.
Es importante saber que los ecosistemas que ahora podemos observar han pasado por diferentes etapas y han cambiado, tanto en las condiciones físicas como en las características de los organismos que los componen, lo cual es una consecuencia de la evolución. Es imprescindible que los seres humanos que habitamos el planeta no provoquemos cambios en los ecosistemas que no puedan remediarse. ¡Los ecosistemas actuales son el producto de los cambios que han ocurrido durante miles de millones de años!
Existen diversos ecosistemas terrestres y marinos. Entre los ecosistemas terrestres, también llamados regiones naturales, podemos mencionar la selva tropical, la sabana, la tundra, el bosque templado, la taiga y el desierto. Entre los ecosistemas acuáticos tenemos los de agua dulce, como los ríos, lagunas y estanques, y los océanos, que son de agua salada.
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