Respuestas
Respuesta:
La capacidad de las plantas para percibir estímulos externos -que consisten en cambios en su entorno- y elaborar una respuesta adecuada se denomina irritabilidad.
En las plantas -carentes de un sistema nervioso organizado- la irritabilidad constituye la forma en que ellas captan los cambios del medio ambiente que las rodea, como la humedad, luz, temperatura, el viento, entre otras.
Las respuestas de las plantas a los estímulos externos, una vez percibidos, ocurren en función de protección o resguardo de su equilibrio, así como del mejor aprovechamiento de algunos estímulos (como la luz solar) para el desarrollo de sus funciones.
Las respuestas a la irritabilidad en los organismos vegetales puede expresarse por las nastias y tropismos, y consisten en movimientos de dichos organismos.
Nastias: son cambios que ocurren ante estímulos breves, como la presencia de luz solar (fotonastia) o el movimiento (sismonastia).
Tropismos: a diferencia de las nastias, los tropismos son la respuesta a los estímulos constantes, y que pueden ser positivos o negativos:
Geotropismo, orientación hacia (positivo) o en contra (negativo) de la gravedad. El geotropismo de las raices es positivo, y el del tallo negativo
Fototropismo: depende de los estímulos luminosos, como la luz solar. En este caso el crecimiento de los tallos, ramas y hojas de un arbol tendrán fototropismo positivo, mientras que en las raíces será negativo (imagen).
Hidrotropismo: es un tropismo propio de las raices (positivo), que se orientan en búsqueda de la humedad.
Tigmotropismo: el movimiento y adaptación de una planta al encontrarse con un obstáculo durante su crecimiento.
Explicación: