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Antón Pávlovich Chéjov (29 de enero de 1860 – 15 de julio de 1904) narrador y dramaturgo. Nació en Taganrog, Rusia. Se crió en el seno de una familia de hábitos sencillos y tradicionales, además no gozaban de muchos recursos económicos, su padre un modesto mercader llamado Pavel. Chejov terminó sus estudios secundarios en su ciudad natal, donde estuvo solo por varios años tras la marcha de sus familiares a Moscú. En el año de 1879 interesó a la universidad de la capital rusa para estudiar medicina; pero, en realidad su pasión era la literatura, aunque era excelente para la ciencia médica. Chéjov decidió retirarse e incursionar en el mundo de las letras, pronto su nombre se diseminó a través de varias narraciones humorísticas, compiladas en un libro titulado Cuentos de varios colores (1886).
En su camino conoció al escritor Grigorovich, persona muy influyente en su vida literaria, y también el director del periódico Novoe vremja, Suvorin, con quien estableció una grata y duradera amistad. Chéjov para el año 1888 ya había ganado un amplio reconocimiento del público. Era admirado por su persona, por su obra jocosa y también por textos de alcance más profundo. Con el tiempo los textos sobre las miserias y la existencia humana fueron desplazando los recursos humorísticos. Ejemplo de ello, fue la aparición en la revista Severny Vestnik de San Petersburgo, el relato La estepa, inspirado en un viaje al sur de Rusia, donde los idílicos paisajes de su infancia habían desaparecido por el avance de la revolución industrial, claramente es una manera de expresas su desacuerdo frente a la irrupción del industrialismo.
Para este momento, el ruso introdujo uno de los elementos que se convirtió en característica de su enfoque narrativo: la supeditación del argumento a la atmósfera del relato. Básicamente, esto quiere decir que la visión del autor omnisapiente se diluye en la mirada de un personaje, en este caso: Egorushka, que no logra comprender lo que sucede a su alrededor. Ahora bien, estos elementos comenzaron a aparecer una y otra vez en las creaciones de Chéjov. A partir de 1888 el ritmo de su producción literaria disminuyó.
Chéjov publicó Una historia aburrida (1889), esta obra hace parte de una serie de obras del autor que fueron catalogadas como «clínicas», porque gran parte de sus personajes eran enfermos físicos o mentales. El relato más relevante de estas obras fue Palata Nº 6 (1892), el autor expone una áspera crítica de la psiquiatría en el que la relación entre el paciente Gromov y el doctor Ragin se torna dramática, el paciente termina muerto por mano de uno de los celadores. Luego de esta publicación la vida de Antón Chéjov se volvió aburrida y carente de acontecimientos relevantes, excepto un viaje a la isla de Sakhalin; de tal expedición se inspiró para escribir el libro La isla de Sakhalin (1891).