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Respuesta:Solo en el inicio de 2020, se han registrado más de 125.000 casos en la región, con brotes importantes en Honduras y Paraguay. En 2019, la cantidad de contagios alcanzó una cifra récord, superior a los 3 millones de infectados, y provocó 1.501 muertes.
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América Latina es una de las regiones que, de momento, permanece al margen del brote de coronavirus que ya llegó a Asia, Europa, Australia y Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades sanitarias de la zona mantienen una preocupación por otra enfermedad viral, más antigua, que ha registrado un pico histórico en 2019: el dengue.
Según cifras de la Plataforma de Información en Salud de las Américas (PLISA), administrada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los países latinoamericanos tuvieron un total de 3.095.821 casos de dengue en 2019, 27.881 de esos graves. Ese fue el mayor registro de casos de la historia, superando en un 13 por ciento la epidemia de 2015.
De acuerdo a esos índices, elaborados con datos suministrados por los Ministerios e Institutos de Salud de cada país, 1.501 personas murieron a causa del virus. Brasil fue el país más afectado, con 2.201.115 casos y 782 víctimas mortales. El brote también afectó fuertemente a los países de Centroamérica.
Casos de dengue en América Latina en 2019.
Casos de dengue en América Latina en 2019. © France 24
El dengue es un mal endémico en América Latina –excepto en Chile y Uruguay- y, en este inicio del año, en pleno verano austral, las condiciones climáticas de altas temperaturas y humedad favorecen el desarrollo del mosquito transmisor de la enfermedad, el 'Aedes aegypti'.
En ese sentido, tanto desde la ONU como diversos estudios científicos han alertado que los cambios producidos a causa de la crisis climática favorecen el incremento de la transmisión del dengue.
Según una investigación difundida por la revista 'Nature Microbiology' en junio de 2019, el alza de las temperaturas a nivel global aumenta las posibilidades de que el mosquito transmisor se propague más rápido y tenga una mayor supervivencia y que las temporadas de transmisión de la enfermedad sean más largas. Así, de acuerdo a esa publicación, más de 2.000 millones de personas correrían riesgo de contraer la enfermedad en el mundo, con una potencial subida significativa de casos en las zonas donde ya existe una fuerte presencia del virus.
Ante la falta de una vacuna para luchar contra el virus, las autoridades sanitarias de los países intensifican las medidas de prevención, sobre todo para evitar la proliferación de los insectos. Sin embargo, solo en este primer mes de 2020, más de 125.000 personas se han visto afectadas por la enfermedad y al menos 27 han muerto en toda la región.