Respuestas
Respuesta:
Explicación:
a relación entre cultura y economía en la sociedad actual está constatada y puede considerarse claramente
estratégica. El sector cultural es un generador de riqueza con impacto social. Sin embargo, los agentes
implicados coinciden en que para potenciarlo aún queda camino por recorrer y, por ello, reclaman a los
poderes públicos más políticas con las que conseguir ese objetivo.
Conscientes de los efectos de la crisis económica, que ha golpeado con especial dureza a este sector, no reclaman
subvenciones, sino más bien ayudas a través de la legislación para aumentar así la capacidad de financiación, con
medidas como una ley de mecenazgo o la bajada del polémico IVA cultural, además de una mayor y decidida
promoción. Y es que la cultura se confirma como un instrumento por excelencia para el desarrollo. Pero para que esta
idea cale en la sociedad se insiste en la conveniencia de que las nuevas generaciones la interioricen y que, desde la
escuela, las distintas expresiones culturales tengan la relevancia correspondiente, así como que se aprenda a
reivindicar la propiedad intelectual como vía para acabar con la piratería.
Precisamente, el ‘castigo’ infligido por la crisis al sector cultural ha contribuido a que éste se reinvente. Si los
recursos públicos no llegan y la financiación privada escasea, se opta por nuevos canales para lograr fondos que
permitan subsistir. Un ejemplo de ello es el tan de moda ‘crowdfunding’ o micromecenazgo.
Por otra parte, hoy en día no se puede entender un municipio sin atender al sector cultural, que, sin duda, puede
llegar a dinamizar la economía. En este punto, parece necesario incidir en la importancia que cada vez más tiene el
turismo cultural: invertir en la recuperación del patrimonio o en una mayor oferta conllevará el aumento de visitantes,
que a su vez generarán un incremento de la actividad económica.
A través de siete entrevistas realizadas en torno a la cultura y la economía se muestran las opiniones que sobre esta
relación tienen diferentes colectivos vinculados de una u otra forma al sector cultural: administración pública, artistas,
galerías, casas de subastas, periodistas y, en definitiva, consumidores críticos. Todos coinciden en una cuestión: el
gran potencial de futuro con el que cuenta la cultura.