cuento de 3 parrafos cada uno de 10 lineas plz es para hoy :(
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Ya lo he terminado. Ojala te sirva de algo ^^.
Había una vez un granjero que vivía con su hijo. Ambos se levantaban cada mañana. Después de alistarse levemente, desayunaban algo y salían a atender a los animales. Gallinas, vacas, cerdos, caballos… algún que otro conejo saltando por ahí, o las ovejas comiendo pasto serenamente. Siempre era el mismo paisaje el que se veía cada día. Luego de terminar con ellos, venía el almuerzo, a eso un poco más de la una de la tarde. Aquel momento lo disfrutaban mucho. Reían con cada cosa que se decía en la mesa, o algún truco que realizaba Whisky de a ratos, su perro. Este último sí que era una mascota estupenda. Lo habían tenido desde que era un cachorro, y terminaron poniéndole “Whisky” debido a una vez que mientras el padre tomaba algo de ello, se acercó para beber un sorbo como si se tratara de su plato de agua muy relajadamente. Las caras que pusieron todos tras eso, fueron bastante cómicas de ver.
Bueno, los días siguieron transcurriendo, como las hojas que caen sutilmente de un árbol indicando el otoño, y estos se convirtieron en semanas, meses… y por qué no, en años también. El chico ya había crecido bastante durante ese tiempo, y ayudaba en otras tareas, como el arado de la tierra, siembra y cosecha, además de algunos arreglos en el granero o su hogar. También, en sus ratos libres leía y estudiaba, eso le distraía un poco. A veces, en ocasiones, recordaba a su madre, quien los había dejado una tarde por aquella tempestuosa tormenta, que llegó de imprevisto, pero se fue sin tanto apuro, como si esperase algo más a cambio… y no consiguió en el momento. Le gustaría verla de nuevo, con su sonrisa de “hierro”…
Habían cenado, y ya estaban por ir a dormir. Aunque… fue algo distinta esa vez. Daniel, se despertó como a la media hora. Le hacía frío, por lo que buscó una manta con la que abrigarse, en lo que oye al instante bastante viento proveniente de afuera, y Whisky comenzando a ladrar por ello. Él intenta calmarlo, pero no resulta, y sale corriendo. Su padre, se despierta por los ruidos y va a ver qué pasa. Mientras que la tormenta, se hacía cada vez más notoria. Empiezan a caer uno, dos… ¡y tres rayos!, dando el último en una parte del granero, y haciendo que este iniciara en llamas. Daniel se encontraba ahí, buscando a Whisky. Él decide salir, pero al instante en que se moviliza, cae parte del techo, obstruyendo la salida. Entonces, opta por subir al primer piso antes de que se destruyan las escaleras, y lo logra. Continua hasta una de las ventanas para poder bajar desde ahí, sabe que no es lo mejor, pero no le queda de otra. Se prepara, y de repente, se desmorona más del techo sobre él, así que sin pensarlo dos veces… salta. En plena lanzada, cae otro rayo… y este, da en Daniel, haciendo que llegara más rápido y de golpe, al suelo. Su padre justo viene, y rompe en llanto tras lo sucedido. Se encontraba mayormente carbonizado, y con signos vitales muy bajos. Le quedaba poco en este mundo… y antes de dar su último suspiro, escucha una voz, hablándole en la lejanía… “… hola, bienvenido hijo… *sonríe*”.