Respuestas
Respuesta:Rana
Rey
En el bosque la princesa entra al escenario y se encuentra jugando con su pelota color oro.
Princesa: ¡Que bello día! Ahora he estado muy feliz con mi pelota, me la regaló mi padre y he estado muy feliz por eso desde entonces. La guardaré en un tesoro para cuidarle bien.
De pronto, la pelota rebota y cae en una noria; la princesa empieza a llorar.
Princesa: ¿Qué voy a hacer ahora?
Rana: Hola princesa, ¿por qué estás llorando?
Princesa: ¡Qué horrible rana! Aléjate no quiero que estés cerca de mí. Mi pelota cayó en un hoyo y ahora no sé cómo recuperarla y me encantaría saber cómo recuperarla. Es de color oro, aparte también se fue mi anillo de diamantes y mi corona cubierta de oro.
Rana: Puedo darte la pelota, ¿pero para qué me serviría darte tus joyas?
Princesa: Es verdad, eso no sirve de nada pero mi pelota si me sirve para divertirme un buen rato.
Rana: Sé que ahora te encuentras triste, por eso trataré de conseguir en cualquier lugar tu pelota dorada.
Princesa: ¿Seguro harías eso por mí?
Rana: seguro que sí, pero debes prometerme que me llevarás contigo al palacio para así poder vivir allá.
Princesa: ¿Qué?
Rana: Y también te haré compañía, además de poder comer de lo que tu comes
Princesa: Pero, ¡por dios! ¿hasta comer de mi plato?
Rana: también me dejarás dormir sobre tu almohada
Princesa: Esta bien, todo eso pero si me traes de vuelta la pelota dorada
Rana: Espero un poco…
Princesa: cayó dentro del hoyo y eso está muy oscuro. ¿a dónde se metió la rana? Ya sé, seguro se robó mi pelota dorada
De pronto, la rana aparece con la pelota.
Princesa: Oh, ¡la encontraste!
Rana: ¡espera princesa! Solo te la daré con las condiciones en la que quedamos, de llevarme al palacio junto a ti.
Al llegar al Castillo, la princesa y el rey se sentaron a cenar sin mostrar a la rana.
Rey: Hija ¿por qué siempre estás urgida cuando estamos comiendo? Eso ha pasado desde que te he regalado la pelota dorada.
Princesa: Si, porque quiero admirarla a cada momento. Su color me gusta mucho padre.
Tocan a la puerta
Rana: Princesa, ábreme yo soy tu verdadero amor.
Princesa: (Abre la puerta y se da cuenta que es la rana. La cierra rápidamente) Oh no, es la rana ¿Qué debo hacer?
Rey: ¿Quién era hija? Estas muy pálida
Princesa: Hay una rana horrible esperando en la puerta padre, lo que sucede es que ayer perdí mi pelota dorada y él me dijo que si me la encontraba debía traerlo al palacio a darme compañía pero nunca pensé que de verdad saldría del agua. Ahora está afuera queriendo entrar.
Rey: tu se lo prometiste, ahora debes cumplir con tu palabra.
La princesa abre la puerta
Princesa: Rana, ya hablé con mi padre, te dejaré entrar, comer y dormir sobre mi almohada pero solo 3 días.
Al pasar 3 días, tocan a la puerta.
Princesa: Ay no, allí está otra vez
Príncipe: Hola princesa, soy el príncipe. (La princesa abre la puerta) Una bruja maléfica me había convertido en rana, ahora estoy aquí enamorado de ti pidiéndote que te cases conmigo.
Princesa: ¡No sé que decir!
Príncipe: ¡Que te casas conmigo!
Princesa: ¡Si acepto!
Y vivieron felices por siempre.
ACTO 2 – EN EL COMEDOR DEL CASTILLO
(La Princesa y el Rey están cenando)
REY: Mi querida hija, desde que te di la pelota dorada siempre tienes prisa por terminar de cenar.
PRINCESA: Es que quiero tenerla conmigo y admirar su hermoso color. (tocan la puerta) ¿Quien podrá ser?.
RANA: (fuera del escenario) ¡Princesa, oh princesa, abre la puerta!. ¡Yo soy tu verdadero y único amor!.
PRINCESA: (abre la puerta y la cierra rápidamente) ¡Oh no, es la rana!.
REY: Querida, estas muy pálida. ¿Qué te sucede?.
PRINCESA: (llorando) Hay una horrible rana en la puerta. Ayer que estaba en el bosque, la pelota que me regalaste cayó adentro de una noria. Como llore mucho, la rana la saco y me la dio, y tuve que prometerle que él me haría compañía, pero nunca pensé que el saldría del agua. Ahora esta esperándome afuera y quiere entrar.
RANA: (toca la puerta) ¡Princesa, oh princesa, ábre la puerta!. ¿Recuerdas lo que me dijiste ayer cuando estábamos cerca de noria?.
PRINCESA: Oh padre, que debo hacer.
REY: Tú se lo prometiste y debes cumplir. Deja que la rana entre al palacio.
PRINCESA: Esta bien, padre. (abre la puerta) Puedes entrar, rana.
RANA: Gracias, princesa. Tengo hambre. Déjame comer de tu plato (salta a la mesa y empieza a comer). ¡Esta delicioso!. No había comido en varios días. Ahora estoy muy cansado (bostezando). Déjame dormir sobre tu almohada.
PRINCESA: ¿Tengo que dejarlo, papa?.
REY: Si. El te ayudo cuando estabas en problemas. Además, se lo prometiste.
PRINCESA: Oh, está bien. Vamos a mi recamara, rana.
(La Princesa y la Rana salen del escenario)