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Respuesta:
III. La vieja y el médico
Un anciana, que estaba enferma de la vista, llamó a un médico
con la promesa de pagarle si la curaba, pero no hacerlo en caso
de que no fuera así. El médico, pues, empezó el tratamiento.
Cada día visitaba a la anciana y le ponía un ungüento en los
ojos, y, mientras ella no podía ver a causa del ungüento, él le
robaba alguno de los enseres7
de la casa. La anciana notaba que
sus pertenencias disminuían hasta el punto de que, cuando al
final del tratamiento estuvo curada, no le quedaba nada.
El médico, entonces, exigió el pago prometido porque la
anciana pudiera ver bien y llamó a testigos del trato, pero ella le
replicó:
—Ahora no puedo ver nada, puesto que, incluso cuando
mis ojos estaban enfermos, veía muchas de mis cosas en casa, y
ahora, en cambio, cuando dices que puedo ver, no veo ninguna
en absoluto.
Explicación:
La fábula enseña cómo los malvados se olvidan de que sus
actos sirven de prueba contra ellos mismos.