• Asignatura: Castellano
  • Autor: Seba719101
  • hace 7 años

1. Leé el fragmento de El hombre en busca de sentido (obra de Viktor Frankl, psiquiatra y
escritor, quien luego de estar prisionero en un campo de concentración varios años,
reflexiona sobre la condición humana).



El ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a las
otras; pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser –
dentro de los límites de sus facultades y de su entorno- lo tiene que hacer por sí mismo. En
los campos de concentración, por ejemplo, en aquel laboratorio vivo, en aquel banco de
pruebas, observábamos y éramos testigos de que algunos de nuestros camaradas actuaban

como cerdos mientras que otros actuaban como santos. El hombre tiene dentro de sí ambas
potencias; de sus decisiones y no de sus condiciones depende cuál de ellas se manifieste.

(…) Después de todo, el hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas de
Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y
el Padrenuestro o el Shema Yisrael en sus labios.



1. El autor habla de condiciones (circunstancias de vida, historia familiar, acontecimientos
político-social-económico-culturales que nos circundan y nos alcanzan) y de decisiones.
¿Qué dice sobre esto? ¿Cómo explica su postura al respecto?​

Respuestas

Respuesta dada por: sdstiven
1

Respuesta:

El hombre como ser se autorregula y es autorregulado constantemente, por sus condiciones, sus debilidades, su personalidad, sus capacidades. Las personas no son buenas o malas, son individuos muy complejos. Tan complejos que entre ellos no pueden llegar a  convivir nunca completamente, siempre van a haber intereses, creencias o necesidades cruzados, y esto es lo que nos hace humanos.

Dentro de nuestra individualidad compleja podemos inferir daños y sufrirlos por nuestros semejantes, y en nuestro ideal siempre vamos a tener nuestros motivos que van a ser respetable para nosotros.

Una persona puede ser un santo porque sufre injusticias en su día a día por cerdos, y nos reconocemos como santos y nos gusta empatizar con quien también reconocemos como santo. Sin embargo, también es un cerdo porque es injusto diariamente, por otra parte nunca se reconoce a sí mismo como un cerdo porque "¿qué otra cosa podría hacer?" y no están errados, uno tiene que vivir y el generar daño es inevitable, a pesar de esto no se cortan en reconocer a otros cerdos y juzgarlos.

La gente además tiende a ser muy dicotómica  en este sentido, y cuando se da una situación particular el definir las partes como "santos" y "cerdos" y llevarlas a sus extremos es lo típico.

Las personas no son ni santos, ni cerdos. O tal vez son ambas, sólo he de decir que sufrir no te borra el daño y el daño causado no te borra el sufrimiento

Explicación:

Preguntas similares