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La Familia Montesco y la familia Capuleto están peleadas a muerte. ... Julieta, una hermosa doncella, a la segunda. Cierto día los Capuleto ofrecen una fiesta a la cual Romeo acude disfrazado. En la fiesta conoce a Julieta, entonces se enamoran y se casan en secreto con la ayuda de fray Lorenzo.
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El reinado de Isabel I se caracterizó por las intrigas, confabulaciones, revueltas, ejecuciones y asesinatos. El teatro isabelino resumía la supervivencia de un teatro popular, la experiencia social y la conciencia histórica. Los problemas del individuo eran inseparables de los problemas del estado. En medio de esta época los dramaturgos captaron el estilo de vida reinante en sus obras, dando lugar al nacimiento de tragedias que mostraban violencia, batallas y sangre. Las tragedias seguían un estilo clásico en lo relativo a actos y escenas; se empleaba el verso (a menudo intercalado con la prosa), se mezclan tragedia, comedia y pastoral, conviven personajes de la realeza con los de las clases bajas; se incorporan música, danza y espectáculo. Los temas de la tragedia solían ser históricos más que míticos y la historia era utilizada para comentar situaciones del momento. Las tragedias se caracterizaban por enfrentamientos entre hombres y mujeres movidos por la pasión, la ambición, los celos o la riqueza. En la tragedia el personaje protagónico siempre se enfrentaba a un destino adverso que terminaba por vencerlo. Los protagonistas ya no eran santos ni héroes como en la Edad Media sino personajes pertenecientes al mundo real, a la naturaleza y al universo. Después del sufrimiento, en el momento final, el protagonista es derrotado, por la fuerza del destino.
La Familia Montesco y la familia Capuleto están peleadas a muerte. Romeo, un joven hidalgo, pertenece a la primera. Julieta, una hermosa doncella, a la segunda. Cierto día los Capuleto ofrecen una fiesta a la cual Romeo acude disfrazado. En la fiesta conoce a Julieta, entonces se enamoran y se casan en secreto con la ayuda de fray Lorenzo. Mercurio, un amigo de Romeo, sostiene una pelea callejera con Tibaldo, de la familia Capuleto, quien está furioso por la presencia encubierta de Romeo en la reciente fiesta. En el punto más serio de la discusión aparece éste. Mercurio cae y Romeo mata a Tibaldo. Las autoridades de Verona, donde se desarrolla la trama, lo castigan con el destierro. Aconsejado por el fraile y tras despedirse de Julieta, parte con destino a Mantua. Por su parte, los padres de Julieta, que ignoran el matrimonio secreto, pretenden casarla con el conde de París. El fraile le aconseja aceptar, pero le indica que la noche anterior a la boda tome una poción que la mantendrá como muerta por 42 horas. Él se encarga de avisarle a Romeo quien, oportunamente, podrá venir por ella para llevarla consigo a Mantua, una vez que haya despertado de su letargo. Sin embargo, el mensaje no llega a tiempo y Romeo cree que en realidad Julieta está muerta. Entonces este se dirige a la tumba de está donde encuentra a París. Entonces empiezan a reñir y Romeo lo mata. Ante el supuesto cadáver de su amada Romeo decide beber un veneno y cae muerto. Julieta despierta, intuye lo que ocurrió y se suicida empleando una daga. Tiempo después el fraile revela todo lo ocurrido y las dos familias enemigas se reconcilian.