5. algunas políticas
impulsadas por Estados Unidos para fomentar la seguridad
en Colombia.

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Respuesta dada por: mateopinargote1
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Explicación:

Plan Colombia: doctrina de seguridad nacional y rehegemonización gringa

David M. Martínez O.

Carlos E. Angarita S.

Bogotá, abril de 2000

Revista Mirar Colombia N.º 4

Presentación

De manera indiscutible el Plan Colombia se constituye en el hecho que nuclea actores y sucesos en la actual coyuntura de nuestro país. Este proyecto se convierte en el instrumento principal de las élites colombianas y del Estado norteamericano para posicionarse en el conflicto armado, buscando subordinar, a mediano y a largo plazos, las acciones de cualquier otro protagonista dispuesto a seguir jugándose sus intereses en Colombia. En consecuencia, el análisis que de por sí hagamos de este hecho permite explicar la coyuntura; sin embargo, queremos hacerle a nuestros lectores algunas aclaraciones metodológicas de cómo procedemos en nuestro ejercicio analítico en el presente número, que será la manera como trabajaremos de aquí en adelante.

Como lo hemos venido haciendo en las tres primeras entregas de Mirar Colombia, el análisis de coyuntura ha dado cuenta de los actores y de sus hechos y discursos por medio de los cuales se han constituido en protagonistas del devenir social en nuestro país. Una lectura retrospectiva de nuestras reflexiones nos permite ubicar que el hecho que ha dado forma a todos los demás sucesos es el conflicto armado, y en perspectiva lo seguirá siendo. Cuanto acaece en el territorio colombiano sólo puede ser explicado con profundidad si es leído desde ahí; y derivado de ello, los actores se definen de acuerdo con su modo de abordar el conflicto armado. Trátese de la iniciativa política y militar internacional del gobierno norteamericano en Colombia y en la región, o de la ofensiva armada de las FARC, o de la reestructuración económica que realiza el gobierno colombiano, o del acuerdo de los protagonistas nativos de instalar una mesa de diálogos –hechos que configuraron las anteriores coyunturas–, encontramos que dichas actuaciones terminan siendo esfuerzos diferenciados para sacar ventajas, en una u otra dirección, dentro del conflicto armado.

Esta lectura nos ha llevado a la siguiente pregunta metodológica para nuestro análisis: ¿se trata de seguir identificando los hechos y actores principales de cada coyuntura, dentro de la tendencia inequívoca del incremento de la guerra en Colombia? Así vista, la novedad que marca la coyuntura nacional estaría dada por el cambio de protagonista entre una y otra coyuntura y por el tipo de acción ejecutada.

Pero nos encontramos con que ese cambio de acción y de protagonista no modifica sustancialmente la situación de fondo por la que transita el país, cual es el conflicto armado. Este es un país donde parece que suceden muchas cosas que “cambian” su curso, pero en la práctica ocurre lo mismo, lo cual nos hace sentir empantanados y haciendo parte de una sociedad inviable. Queremos decir que la escalada de la guerra se mantiene constante y con ello siguen vigentes las preguntas que se hace cualquier colombiano o colombiana: Y si la guerra continúa, ¿para dónde va Colombia? ¿Qué podemos hacer desde nuestra vida cotidiana, desde el campo laboral, desde el trabajo social y político? ¿Para qué sirven las marchas en favor de la paz? La respuesta a estos interrogantes suele ser una sola: «no hay nada que hacer». Triunfan, así, el escepticismo, la desesperanza, la resignación o la indiferencia.

Desde nuestro ejercicio intelectual (tan válido y digno como cualquier otro oficio) pensamos que las respuestas no están a mano porque las preguntas de arriba no son cortoplacistas, aunque el deseo de que esto cambie sí lo es. Por esto vemos necesario mirar más detenidamente algo que no es claro para nadie: cuál es el carácter del conflicto armado que vivimos. Tener alguna iluminación al respecto nos puede ayudar a entender esa situación general que a primera vista no se modifica, que a nadie le gusta y a la que todos finalmente nos acostumbramos. Es el intento de romper el movimiento cíclico, la vuelta a donde siempre, el eterno retorno. Es intentar ampliar el horizonte, traspasar los sentidos ya constituidos, en suma, es proponerse mirar más allá.

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