Respuestas
Respuesta:
En 1929, Stalin también decretó la «colectivización» de las tierras (en la práctica, una nacionalización) y la «liquidación de los kuláks en tanto clase». La propiedad privada de los medios de producción fue abolida, las tierras y los medios de producción de los campesinos fueron reagrupados en koljós o sovjós. Ante esta medida, la resistencia fue considerable: antes que abandonar sus bienes al Estado, los kuláks incendiaron las cosechas y mataron a su ganado (1930-1932). Ciertas regiones fueron presas de verdaderos levantamientos armados, en los cuales la autoridad del Partido único fue seriamente desestabilizada durante algún tiempo: ciertos militantes y responsables locales incluso tomaron partido por sus conciudadanos.
La resistencia fue desbaratada por la violencia. Solamente en 1929, 1.300 revueltas campesinas fueron aplastadas. El 2 de marzo de 1930, Stalin consintió un retroceso: su artículo "El vértigo del éxito" (Головокружение от успехов), aparecido en Pravda, autorizó los gastos de los koljosianos (koljózniki), los cuales se vaciaron en seguida. Pero apenas la cosecha anual estuvo asegurada, batallones de voluntarios reclutados en las ciudades partieron violentamente al asalto del campo. La imprecisión peligrosa de la noción de kulak autorizó todo tipo de arbitrariedades: se terminó por considerar como kulak a todo adversario real o supuesto de la colectivización.
En pocos años, 400.000 familias de kuláks fueron deportados a Siberia a toda prisa, en condiciones espantosas y abandonados a su suerte. La total improvisación de la operación tuvo como consecuencia una gran mortandad entre los «deskulakizados» deportados. Se presentaron incluso escenas de canibalismo,4 mientras que otros huyeron de sus lugares de exilio y erraron a través del país en condiciones miserables: la mayor parte fue sistemática detenida y liquidada en el curso de la Gran Purga.5
En 1932, Stalin se negó a escuchar numerosas advertencias, entre ellas la del escritor Mijaíl Shólojov, que pronosticaban que la prosecución de las colectas forzadas de semillas y cereales llevaría a una hambruna.6 De hecho, la terrible hambruna de 1932-1933 causó estragos en las tierras de trigo más ricas del país, en particular, en Ucrania (Holodomor). La existencia de la tragedia fue negada en el extranjero y las exportaciones de trigo continuaron como si nada sucediera. Varios hambrientos que se trasladaban hacia las ciudades fueron contenidos por el OGPU y reenviados al campo. Se contabilizaron, por lo menos, 4 ó 5 millones de muertos.
Conformando la última guerra campesina y la última hambruna grave de Europa, la colectivización integral se completó en 1934, pero los daños fueron irreparables y los campesinos enrolados en los sovjósy y en los koljósy mantuvieron una resistencia pasiva, en la forma de una baja productividad sistemática. En 1935, para contrarrestar esa resistencia, Stalin concedió a cada agricultor un pedazo de tierra (el dvor) que podía utilizar libremente y cuyos productos podían ser vendidos en un mercado koljosiano libre. En 1939, estos terrenos que representaban solo el 3% de las tierras producían el 25% de los cultivos, más de la mitad de las frutas y hortalizas y el 72% de la leche y la carne.8
LO LEES Y YA LOS SACAS, :3