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Respuesta: Formas
Migración temporal: cuando el migrante va a estar en el lugar de destino por un periodo de tiempo y después regresa a su lugar de origen.
Migración permanente: cuando el migrante va a estar en el lugar de destino de manera permanente o de por vida.
Según su carácter:
Migración forzada: cuando el migrante parte de su lugar de residencia por situaciones que amenazan su vida o en contra de su voluntad. Por ejemplo, un conflicto armado o los desastres naturales.
Migración voluntaria: cuando el migrante parte de su lugar de residencia por voluntad propia en busca de una mejor calidad de vida.
Según su destino:
Migración interna: cuando el lugar de destino del migrante es dentro del mismo país, es decir, se traslada a otra región o lugar.
Migración internacional: cuando el lugar de destino del migrante es otro país diferente.
Las migraciones se pueden considerar según el lugar de procedencia y según la duración del proceso migratorio. Si hay cruce de fronteras entre dos países, la migración se denomina externa o internacional e interna o nacional en caso contrario. Las migraciones pueden considerarse como emigración desde el punto de vista del lugar de salida y como inmigración en el lugar de llegada. Se denomina balanza migratoria o saldo migratorio a la diferencia entre emigración e inmigración. Así, el saldo migratorio podrá ser positivo cuando la inmigración es mayor que la emigración y negativo en caso contrario. En algunos textos se denomina emigración neta al saldo migratorio negativo e inmigración neta al saldo migratorio positivo. El empleo de estas últimas denominaciones se hace para evitar la confusión entre el significado cuantitativo del término positivo (más habitantes) y el significado cualitativo de dicha palabra (mejor). Podemos decir, en sentido inverso, la misma idea con respecto al saldo migratorio negativo.
La imagen nos muestra el diseño de una ciudad nueva (New Harmony) planificada por el socialista utópico de origen galés Robert Owen que se iba a construir en un terreno deshabitado de Indiana, en Estados Unidos, con el fin de proporcionar una residencia y distintos tipos de trabajo para inmigrantes procedentes de otros lugares. Aunque este proyecto no llegó a realizarse, la historia está llena de proyectos más o menos similares y mucho más afortunados que han venido a ser, al mismo tiempo, una especie de señuelo para nuevos inmigrantes y una solución económica para el desarrollo económico de las nuevas tierras. Entre estos proyectos pueden citarse:
La planificación de las ciudades iberoamericanas (principalmente, hispanoamericanas) de acuerdo a las Ordenanzas de Felipe II, que establecían en el siglo XVI las características que debían tener todas las ciudades españolas de América;
El diseño del Ensanche en Barcelona según las ideas de Ildefonso Cerdá, que recogía algunas de las propuestas de Owen con respecto a la construcción de viviendas alrededor con una zona central común para pequeñas industrias, institutos educativos y comercios,
La idea de las ciudades-satélite (soviéticas y de muchos otros países), etc.
El poblamiento de las zonas fronterizas con Haití por parte de la República Dominicana durante los años de postguerra (guerra civil española y Segunda Guerra mundial). Se aceptaron colonos procedentes de España y de otros países, con el fin de establecer una cierta presión en contra de la inmigración ilegal de la población haitiana, mucho más numerosa y en peor estado de superpoblación y de pobreza, que venía huyendo de su situación extremadamente precaria.
Y todas estas ideas tenían en común que se han venido desarrollando con el aporte mayoritario de inmigrantes.
En cuanto a la duración de las migraciones se pueden considerar las migraciones temporales, que a veces son migraciones estacionales para trabajar en las cosechas, regresando después a sus lugares de origen; y las migraciones definitivas, cuando los emigrantes se establecen en el país o lugar de llegada por tiempo indefinido. Una situación aún más dura es la que tenían que soportar los trabajadores de las tareas agrícolas durante la época de la Gran Depresión, puesta de relieve por la imagen de la Madre migrante (Florence Owens Thompson) tomada por Dorothea Lange, destacada fotógrafa y fotoperiodista famosa por su trabajo periodístico sobre la Gran Depresión. En efecto, los agricultores desposeídos durante esta época, que coincidió con los años 1930, se veían obligados a desplazarse continuamente en busca de trabajo, por lo que su existencia era muy precaria. El nombre de la fotografía, Migrant Mother (Madre migrante), aclara muy bien esta situación, puesto que, en realidad, era al mismo tiempo emigrante e inmigrante, ya que tenía que desplazarse como nómada en busca de trabajo por distintos estados norteamericanos.