Respuestas
El pan, los granos enteros y los cereales forman parte importante del Plato del Bien Comer, una guía para tener una alimentación sana.
¿Qué es el Plato del Bien Comer?
Es una herramienta visual creada por la Secretaría de Salud del gobierno de México para orientar a la población mexicana hacia una alimentación bien balanceada.[1] El plato muestra los grupos de alimentos según sus aportaciones nutrimentales y la forma en que se deben combinar de acuerdo a las necesidades y posibilidades de cada persona.[2]
¿Cuáles son los beneficios de seguir el Plato del Bien Comer?
El Plato del Bien Comer es una guía alimentaria que te permite:
Elegir con inteligencia las comidas y colaciones de cada día.
Combinar los grupos alimenticios de forma correcta.
Integrar una variedad de alimentos en la dieta.
Asegurar una ingesta adecuada de carbohidratos, proteínas, grasas buenas, vitaminas, minerales y fibra dietética.
Aumentar la cantidad de alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías.
Lograr un equilibrio energético de acuerdo a tus necesidades. Esto se refiere a un balance entre la energía que ingieres (calorías de alimentos y bebidas) y la energía que gastas (calorías que gastas en actividades diarias y deportes).
Prevenir el sobrepeso y la obesidad.
¿Cuáles son los alimentos que debemos integrar en nuestra dieta?
De acuerdo con el Plato del Bien Comer los grupos de alimentos se dividen en los siguientes tres:
Frutas y verduras
Cereales y tubérculos
Leguminosas y alimentos de origen animal
En cada una de las comidas al día se debe incluir un alimento de cada grupo. Se recomienda hacer tres comidas y dos colaciones diariamente.
Frutas y verduras:
Este grupo se integra por frutas y verduras frescas y es fuente principal de fibra dietética, vitaminas, minerales y otros fitoquímicos (como antioxidantes) que promueven la salud.
Ejemplo de frutas: guanábana, manzana, plátano, limón, guayaba, papaya, mango, mandarina y sandía.
Ejemplo de verduras: pepino, calabaza, pimiento morrón, nopal, brócoli, chayote, betabel, chile poblano, zanahoria y hojas verdes (tales como acelgas, verdolagas, quelites, espinaca y lechuga).
Se recomienda consumir frutas y verduras regionales y de temporada, de preferencia crudas y con cáscara.