Respuestas
Respuesta:
Nada más valioso que la democracia como conquista de la civilización y nada más preciado por todos los que creemos en la libertad, en la justicia, en la igualdad y en el respeto de la estructura equilibrada de los tres poderes básicos: El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Explicación:
Respuesta:
En la actualidad en la gran mayoría de países de la Tierra impera un gobierno democrático, o lo que es lo mismo, los estados se han convertido en Estados sociales y democráticos de derecho. Esto significa que; al ser un estado de derecho todos los ciudadanos son iguales ante la ley y se debe actuar siempre dentro del marco legal establecido y nunca fuera de él, y al ser un estado social se supone que el Estado debería garantizar una serie de servicios que ayuden a que todos los ciudadanos tengan una vida digna y justa.
Todo esto queda muy elegante, pero es mera teoría. Porque ¿Realmente esto se cumple al pie de la letra?, ¿son las democracia actuales la mejor forma de gobierno?
Ya les avanzo que mi respuesta a ambas preguntas es un no. Una de las mejores profesora que he tenido, que impartía Historia, siempre decía lo siguiente –“La democracia no es el mejor sistema de gobierno, simplemente es el menos malo de todos los que existen”-. A continuación les voy a exponer algunos de los muchos problemas que tienen las presentes democracias.
Un pilar básico en la democracia son las elecciones, sin embargo estas no son todo lo perfectas que quisiéramos. Ya que estas se realizan mediante listas cerradas que son decididas por los propios partidos políticos que las presentan. Esto se une a que la cada vez más escasa participación en elecciones, o en la vida política popular, ya que la gente se afilia cada vez menos a los partidos, sindicatos, organizaciones, etc. Cada vez se sabe menos de política y se tiene menos conciencia de clase como ya mencioné en mi entrada “Analfabetismo político”.
Los partidos políticos carecen en gran medida de democracia interna, es más en el parlamento los partidos votan en función de lo que ordena el jefe de partido y si alguien se sale de lo ordenado se le expulsa como ya ocurrió hace poco en el PP. Esta rígida disciplina de voto ha hecho decaer la vida parlamentaria.
Otro gran problema es el descrédito que sufre la clase política continuamente salpicada de escándalos de corrupción económica. El escaso control de los gobernantes favorece el hecho de que estos gobernantes se alejen de lo que han prometido, rompan e incumplan sus promesas; como bien se está viendo en el actual gobierno de Mariano Rajoy.
Por último se encuentra el hecho de que esta democracia es una democracia mediática, ya que la imagen que los medios de comunicación dan de los políticos determina en gran medida el voto de los ciudadanos. Y el excesivo coste de las campañas electorales obstaculiza la ascensión al poder de los partidos con menos medios.
En conclusión, las democracias actuales no son perfectas, sin embargo, está en nuestras manos el mejorarlas, el luchar por hacer un mundo mejor y una sociedad más justa y democrática.