Respuestas
A caballo regalado no se le mira el diente.
Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Quien mucho abarca poco aprieta.
A buen entendedor pocas palabras.
De tal palo tal astilla.
En boca cerrada no entran moscas.
En casa de herrero cuchillo de palo.
El que calla otorga.
Los pregones son los anuncios públicos que dice, grita o divulga un pregonero. Un pregón es un medio de comunicación para que una persona, en este caso el pregonero, pueda hacerles saber a los demás algo que quiere que sepan; por ello el pregonero transmite el mensaje por las calles, barrios, plazas, etc. Puede tratarse de un anuncio o mensaje únicamente informativo o también comercial; es decir, algo, ya sea un servicio o un producto, que el pregonero quiera ofrecer para su venta. El asunto que se pretende anunciar puede o no ser de interés para el público. Los pregones tienen una base poética y musical, lo cual quiere decir que desde sus orígenes hasta la actualidad han tenido cierta rima, ritmo y musicalidad a la hora de ser expresados.
La palabra pregón proviene del latín praeco que tiene relación con “hablar, llamar, decir algo en voz alta”. El término pregón también se relaciona con la palabra heraldo, que en francés se refiere en general a un mensajero, y en el pasado también se usaba en específico para hablar del mensajero en tiempos de guerra.
Pregonar es considerada como una actividad vigente a pesar de los muy novedosos medios de comunicación masivos. Veremos a continuación que en el pasado el pregón era una tradición histórica que tenía una finalidad u objetivo civil, informativo y legal; sin embargo, eso cambió por completo hasta quedar como un anuncio que el pregonero va diciendo por las calles para comercializar un producto o un servicio.
En muchas culturas en Latinoamérica, por ejemplo, el pregón todavía forma parte de la tradición ya que los abuelos y los padres se encargan de darles a conocer a las nuevas generaciones la gran importancia que tuvieron y tienen los pregones para la comunicación.
Orígenes de los pregones:
Los pregones en América, por ejemplo, comenzaron siendo anuncios informativos que podían ser escritos a manera de documento original que el pregonero se encargaba de leer ante la gente, o también podían ser solo orales sin necesidad de que estuviera la información por escrito. Los pregoneros eran, en esa época, mensajeros, informantes que trabajan al servicio de una instancia del gobierno para mantener enterada, controlada a la gente.
Los pregones también podían ser específicos o generales pues dependían del tema que se tratara; por ejemplo, el anuncio podía ser acerca de las decisiones que tomaban los gobernantes durante la época de la Colonia, de fechas especiales o celebraciones religiosas, los castigos para los bandidos o criminales, los precios de los productos o alimentos, o problemas monetarios de algunas familias específicas.
Los pregones funcionaban como una especie de periódico de cada pueblo o comunidad que les permitía enterarse de casi cualquier cosa. Todos esos comunicados eran sumamente necesarios pues antes no existía la televisión, el internet y todas estas clases de medios de comunicación de los que disponemos en la actualidad.
El pregonero:
El pregonero es un elemento fundamental para que los pregones sigan vivos como una tradición de las sociedades, pues son ellos quienes van gritando o cantando por las calles para seguir informando o para ofrecer sus servicios o productos. Lograr atraer la atención de las personas y conseguir vender el servicio o producto es hoy en día una principal finalidad. Por lo regular son personas que madrugan para preparar sus productos y llegar a venderlos temprano a las casas.
Entre los pregoneros famosos de México, por ejemplo, están los siguientes:
El afilador. Este tipo de pregonero es conocido por su característico silbato con el que acompaña su pregón. Entre la gente se corre el rumor de que es necesario sacudirse la ropa cuando pase este pregonero porque si no se puede tener mala suerte.
El panadero. Por lo regular se les ve pasar en bicicleta o en una camioneta pequeña. También es uno de los más populares pregoneros, y uno de los que más vende en las calles con su pregón de “¡Pan, calientito!”.
El ropavejero. Este pregonero famoso dentro del colectivo mexicano fue incluso muchas veces representado en películas de la época de oro del cine de México y en el famoso programa de televisión El Chavo del ocho. Este tipo de pregonero compraba y vendía ropa usada que conseguía al deambular por cada barrio.
Tipos de pregones:
El pregón informativo
