Respuestas
Trata de una mujer pobre y desharrapada, casada con un hombre rudo y cruel llamado Chepe. La pareja y su hijo de pocos años comparten la miseria física y espiritual. Chepe le había pegad0 a su mujer. La persiguió por la habitación, halándole el cabello y propinándole severos puñetaz0s a su cabeza. Como pudo, ella salió con su niño de aquel hogar infernal. Aquí Bosch describe la escena donde yacen la infortunada mujer y su hijo, mezclando efectos visuales con auditivos, lo exótico con lo autóctono. “La carretera muert@, completamente muerta, está ahí, desenterrada, gris. La mujer se veía primero como un punto negro, después como una piedra que hubiera dejado sobre la momia larga. Estaba allí, tirada, sin que la brisa le moviera los harapos. No la quemaba el sol; tan solo sentía dolor por los gritos del niño. El niño era de bronce, pequeñín, con los ojos llenos de luz, y se agarraba a la madre tratando de tirar de ella con sus manecitas. Pronto iba la carretera a quemar el cuerpecito, las rodillas por lo menos, de aquella criatura desnud@ y griton@”. A continuación, un individuo, Quico, auxilia a la mujer, la lleva al bohío y lucha con Chepe, pero cuando está a punto de matarl0, la mujer acaba con él golpeándolo con una piedra. En otras palabras, la mujer no asesin@ a su esposo, a quien la maltrata; mat@ a quien le prestó auxilio. Este desenlace trágico no sucede en un hogar que oye y practica el llamado de San Pablo: “Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas”.