Respuestas
Cuando un órgano efector no responde, el proceso de retroalimentación reconoce la ausencia de actividad del efector y promueve la actividad de los órganos que activan a dicho efector.
En los seres vivos, un sistema de retroalimentación se encarga de reconocer si un efecto ocurre, de acuerdo a las demandas de un organismo.
Si el efecto no ocurre o no es suficiente, el sistema lo advierte y produce un estímulo positivo sobre un activador, que a su vez estimula al efector. Cuando el efecto ocurre, la respuesta estimuladora del activador cesa, o envía una respuesta inhibidora.
Un ejemplo de sistema de retroalimentación lo representan el eje hipotálamo - hipofisiario - glandular. En este caso, tanto el hipotálamo como la hipófisis son órganos activadores/inhibidores, mientras que la glándula es el órgano efector.
Eje hipotálamo - hipófisis - gonadal (HHG)
Las gónadas son las encargadas de producir las hormonas sexuales, tanto en el hombre como en la mujer, y el hipotálamo e hipófisis se encargan de la regulación, activando o inhibiendo su actividad.
Si las glándulas no producen suficiente cantidad de hormona, el sistema de retroalimentación -representado por el eje HHG- advierte la disminución de dicha hormona, envía una señal al hipotálamo y este activa a la hipófisis para que produzca la hormona activadora de la glándula específica.
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