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Respuesta:
Es un relato que examina el absurdo de la furia y el orgullo, y el carácter tétrico de la guerra.
Agamenón, el líder de los griegos, hace montar en cólera a Aquiles, el más feroz de los guerreros griegos, al arrebatarle su justo botín. Airado, Aquiles se retira de la lucha llevándose consigo a sus seguidores –los mirmidones–. El príncipe troyano Héctor encabeza un ataque contra la flota griega, varada en la playa, y los griegos, dirigidos incompetentemente por Agamenón, están a punto de ser destruidos por completo. Aquiles se niega a volver a la lucha, pero envía a su mejor amigo, Patroclo, a luchar en su lugar. Héctor mata a Patroclo y Aquiles, atormentado por la rabia y la pena, se lanza a buscar a Héctor para matarlo. Héctor, aunque es sabedor de que no puede vencer a Aquiles, decide luchar contra él de todas formas y resulta muerto. Aquiles, entonces, deshonra el cuerpo de Héctor arrastrándolo con su carro en torno a la ciudad. Todos estos acontecimientos ocurren en el lapso de dos días de lucha separados por dos días de tregua, y ocupan los primeros 22 libros de la Ilíada.
Los libros XXIII y XXIV hacen el relato de los últimos estertores de la historia, que transcurren por un periodo de 13 días. En ellos se cuenta el extraño encuentro nocturno entre Aquiles y Príamo, el anciano rey de Troya y padre de Héctor, celebrado en el campamento de los griegos. Al final de esta reunión, el cuerpo de Héctor le es finalmente entregado a su padre para que se celebren los correspondientes ritos funerarios, ya que los dioses, ofendidos por el inaceptable comportamiento de Aquiles, lo han castigado manteniendo el cuerpo de Héctor hermoso y fresco; precisamente, el verso que cierra la obra: «Así hicieron las honras de Héctor, domador de caballos» Precaución: lectura complicada
La Ilíada no es una lectura fácil; y esto no solo se aplica a los escolares torturados por la versión original griega, sino también a los adultos que se enfrentan a una traducción. ¿Por qué decimos esto? En primer lugar, porque conocer los obstáculos es el primer paso para superarlos, y la lectura de la Ilíada supone introducirse en el mundo del que quizá sea el mejor libro de todos los tiempos. Basándome en mi experiencia personal, y sin un orden definido, estas son las principales dificultades que le encuentro a la lectura del libro:
❖ El texto está lleno de repeticiones –coros descriptivos o mensajes reiterativos que permiten al bardo que recita el texto tomarse un respiro–. En algunas traducciones, estos son omitidos. Otros elementos idiosincráticos del origen oral de la historia, sin embargo, no pueden ser descartados de este modo sin alterar el mensaje original. Esto incluye epítetos como «Odiseo rico en ardides», «el dios rufián» (Ares), «las negras naves» y tantos otros. Además, existen epítetos que varían por las necesidades métricas, aunque no respondan al momento en que se encuentra la historia: «Palas», por ejemplo, aparece a menudo en sustitución de «Atenea», y nos encontramos con «las veloces naves» aunque dichos barcos se encuentren en ese momento varados en la playa. Cabe preguntarse en este punto: si estos cambios realizados para ajustar los versos nos dificultan la lectura, ¿por qué no suponían un problema para los oyentes originales? Expliquémoslo brevemente: en esta época las historias eran casi siempre transmitidas en verso; es más fácil de recitar que la prosa, es más fácil de recordar y sus reiteraciones permitían tanto al bardo como a su audiencia mantener la atención durante periodos de tiempo que a nosotros, poco acostumbrados a este tipo de relato, nos parecerían una eternidad. Es por eso que, en la mayoría de sociedades, el verso siempre se antepone a la prosa a la hora de contar historias de forma oral.
❖ Una de las primeras barreras que se le plantean al lector de la Ilíada es la segunda mitad del Libro II. Tras un inicio prometedor, con el enfrentamiento entre Agamenón y Aquiles, y el consejo celebrado a continuación por los jefes griegos, la historia se detiene con una lista, aparentemente interminable, de los participantes en la guerra –tanto griegos como troyanos– y de sus lugares de procedencia. El arqueólogo y el estudioso la leerán con detenimiento; el simple lector puede saltársela e ir directamente al inicio del Libro III. Los ritos funerales celebrados en honor de Patroclo pueden ser igualmente aburridos, por lo que se recomienda adoptar una estrategia parecida.
❖ La Ilíada está repleta de nombres de personajes y lugares que nos resultan poco familiares: hasta 750. Los personajes que juegan un papel destacado en el argumento son, sin embargo, apenas 18 seres humanos y 12 dioses. Se recomienda centrar la atención en estos personajes destacados y en sus relaciones: posiblemente no requiera más esfuerzo que aprenderse los principales papeles en un culebrón, pero con resultados más gratificantes.
Explicación : nose si sera lo que pides o da un poco mas explicado