Respuestas
Respuesta:
Explicación:
Era el día en que la princesa de España cumplía doce años. Era una día precioso. La princesa paseaba y jugaba con otros niños, nobles y plebeyos, pues el rey había permitido a su hija que invitara a todos los que quisiera, aunque no tuvieran sangre real.
El rey observaba a los niños desde una ventana. Estaba triste. Con él estaba su confesor. También estaba su hermano, al que odiaba.
El rey estaba más triste que de costumbre, porque al ver a la infanta tan feliz se acordaba de la reina, la madre de la infanta, que había muerto seis meses después de nacer la niña, a la que amaba profundamente.
Mientras el rey veía a la infanta jugar en la terraza, recordaba todo el tiempo que pasó con su esposa. La niña se parecía mucho a su madre. Pero la risa penetrante de los niños le lastimaba los oídos y el sol le molestaba a los ojos. Así que corrió la cortina.
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Era el día en que la princesa de España cumplía doce años. Era una día precioso. La princesa paseaba y jugaba con otros niños, nobles y plebeyos, pues el rey había permitido a su hija que invitara a todos los que quisiera, aunque no tuvieran sangre real.
El rey observaba a los niños desde una ventana. Estaba triste. Con él estaba su confesor. También estaba su hermano, al que odiaba.
El rey estaba más triste que de costumbre, porque al ver a la infanta tan feliz se acordaba de la reina, la madre de la infanta, que había muerto seis meses después de nacer la niña, a la que amaba profundamente.
Mientras el rey veía a la infanta jugar en la terraza, recordaba todo el tiempo que pasó con su esposa. La niña se parecía mucho a su madre. Pero la risa penetrante de los niños le lastimaba los oídos y el sol le molestaba a los ojos. Así que corrió la cortina.
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