Escriba el resumen sobre los temas de “El comentario” y “La crítica”.
AYUDAAA!! PORFA
5.3.1 El comentario
Comentar es opinar desde cualquier esfera y por naturaleza humana
comentamos, dado que, a través del pensamiento, reflexionamos de una o de otra
manera todo cuanto vemos, sentimos, hacemos o imaginamos.
Ahora bien, para que un auténtico comentario no se quede en el simple enfoque
personal que a nivel de reflexión subjetiva hacemos, es necesario tener agudeza
crítica, personalidad, cultura y ponderación de criterio para opinar con madurez y
asumir responsablemente todo cuanto decimos o comentamos, teniendo siempre
como norma o directriz el servicio constante a la verdad, sin claudicar ni traicionar
nuestras más íntimas convicciones que son la fuente de nuestros valores para
interpretar con profundidad todo cuanto comentamos.
Por lo tanto, a la hora de escribir un comentario, hemos de poner en juego
toda nuestra capacidad para decir una opinión sincera, adecuada y de especial
trascendencia, que nos induzca a opinar y sugerir de buena fe, con un lenguaje
claro, con una buena sintaxis y sin cláusulas grandilocuentes ni retóricas que desgastan y minimizan el valor y la fuerza atractiva que debemos dar al
comentario.
Sin embargo, el comentarista al escribir no solo se contenta con opinar e
interpretar un asunto determinado, sino que, “ante un problema, un hecho
comentable, el comentarista debe también diagnosticar, pronosticar y tratar. Este
es, a nuestro juicio, el tipo de comentario más completo: el que valora e interpreta
lo sucedido, prevé lo que puede pasar y dicta lo que debe hacerse para evitar que
acontezca algo que no debe suceder” (Martín, 1985, p. 367).
En este sentido, no solo que lo que escribimos tendrá sentido sino un auténtico
valor, puesto que estamos dando luces al lector para que el comentario sea
penetrante, sugestivo y orientador.
¿Cómo redactar el comentario? Todo depende de cómo se enfoque el asunto;
no hay pues reglas fijas que limiten la creatividad del escritor o del investigador.
En cierto sentido goza de libertad para exponer sus razonamientos como a bien
tenga; teniendo presente, desde luego, el efecto de sus palabras, dichas con
coherencia y ateniéndose a los hechos para que garanticen su efectividad.
Desde luego, que una forma fácil para redactar un comentario es plantear primero
el tema; luego bosquejar algunas ideas claves o principales sobre el tema en
cuestión y seguidamente desarrollarlas; a continuación se emite un juicio crítico
sobre el asunto; y, finalmente, se plantea la solución que se crea más oportuna.
Y sin que el comentario se debilite en calidad y en profundidad, no olvidemos
los mecanismos que pueden emplearse para captar la atención del lector; así,
dependiendo del tema, podría empezarse planteando una pregunta, hábilmente
insinuada; utilizar un tono humorístico o sarcástico, según sea el caso; una
sentencia: una anécdota; una salida irónica. Para poner fin al comentario puede
emplearse el resumen, la síntesis, la conclusión o el propósito de lo expuesto.
En fin, todo dependerá de la habilidad, de la experiencia y de cuantos recursos
pueda emplear el comentarista para elaborar un escrito que le permita empezar y terminar bien el comentario. Habremos logrado mucho si conseguimos del lector
el que se detenga a seguir pensando en el contenido del comentario.
Lo importante es que, siempre que escribamos un comentario, fijemos en
nuestra mente algún recurso o mecanismo que como técnica vayamos a utilizar
al redactar, para que lo expuesto no aparezca como una fría exposición. Antes
bien, si el tema lo requiere, hagamos gala de la imagen creadora, emotiva y
sustanciosa. Expresemos nuestra seguridad al escribir, convencidos del interés
que tiene lo que estamos comentando. Si el caso lo amerita, no empecemos
con rodeos: escribamos directamente lo que hay que escribir, con aplomo
y con la mayor objetividad. No dejemos que nos conmuevan las actitudes
sentimentaloides. No tratemos de impresionar sino de emitir el criterio justo y
ponderado. No a la consigna ni a la erudición, ni al tono doctoral; recordemos
que el lector en ese instante se conviene en discípulo, y al discípulo hay que
orientarlo, explicando, aclarando e interpretando oportunamente el o los sucesos
que se comenta. Salvo raras circunstancias, no interesan los circunloquios, sino la
frase y la palabra precisa, concreta y objetiva, dicha con brillantez y elegancia.
El comentario, siendo personal, debe volverse impersonal: “No es mi voz la que
suena, mi palabra la que debe imponerse, ni mi nombre afirma lo que prevalece,
sino la voz de la razón al servicio de la verdad (...)” (Martín, 1985).
Los comentarios que más a diario se escriben son los comentarios editoriales de
los periódicos. Y es en estos en donde es más notoria la impersonalidad, debido a
que nunca se firman por cuanto constituyen la voz de la empresa periodística que,
con su enfoque objetivo, se ponen al servicio del bien común.
Respuestas
Resumen sobre los temas de “El comentario” y “La crítica”.
Comentar es un acto natural de las personas que permite reflexionar sobre lo que vemos, sentimos hacemos o imaginamos.
Para realizar un comentario autentico es necesario tener agudeza critica, personalidad, cultura y criterio para así emitir un comentario con madurez y además es importante ser responsables de lo que decimos, siempre diciendo la verdad y teniendo en cuenta nuestras convicciones.
Es importante que a la hora de realizar un comentario se utilice un lenguaje correcto y claro, buena sintaxis y sin cláusulas grandilocuentes ni retóricas. Para redactar un comentario no existen reglas fijas, no hay límite para la creatividad y se goza de libertad para exponer todos los razonamientos necesarios.
Como primer paso se debe plantear el tema, luego establecer las ideas claves o principales sobre el tema para desarrollarlas. Después se emite un juicio crítico sobre el asunto y finalmente se plantea una solución oportuna.