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La digestión consiste en dos procesos, uno mecánico y otro químico. La parte mecánica de la digestión incluye la masticación, deglución, la peristalsis y la defecación o eliminación de los alimentos.
En la boca se produce la mezcla y humectación del alimento con la saliva, mientras éste es triturado mecánicamente por masticación, facilitando la deglución. La saliva contiene ptialina, una enzima que hidroliza una pequeña parte del almidón a maltosa.
De la boca, el alimento pasa rápidamente al esófago y al estómago, donde se mezcla con los jugos gástricos constituidos por pepsina (una enzima que comienza la digestión de las proteínas), ácido clorhídrico y el factor intrínseco, necesario para que la vitamina B12 se absorba posteriormente. El tiempo de permanencia del quimo (mezcla semilíquida del alimento) (2-4 horas) depende de múltiples factores, como por ejemplo, el tipo de alimento. Aquellos ricos en grasas permanecen más tiempo y los que tienen grandes cantidades de hidratos de carbono pasan rápidamente.
En el intestino delgado tiene lugar la mayor parte de los procesos de digestión y absorción. El alimento se mezcla con la bilis, el jugo pancreático y los jugos intestinales. Durante la fase química de la digestión diferentes enzimas rompen las moléculas complejas en unidades más sencillas que ya pueden ser absorbidas y utilizadas.
En el intestino grueso, las sustancias que no han sido digeridas pueden ser fermentadas por las bacterias presentes en él, dando lugar a la producción de gases. Igualmente pueden sintetizar vitaminas del grupo B y vitamina K, aportando cantidades adicionales de estas vitaminas que serán absorbidas
El proceso digestivo de los nutrientes tales como los carbohidratos, lípidos y proteínas que ingerimos diariamente, se efectúa con procesos de hidrólisis enzimática de forma específica para cada nutriente y se presentan a lo largo del sistema digestivo como se aprecia en la lámina anexa.
En este esquema se muestra el sitio de inicio de la digestión de los nutrientes y cuales son las enzimas que intervienen. Por ejemplo, las glándulas salivales en la boca producen la enzima α-amilasa o ptialina, la cual inicia en la boca la hidrólisis o digestión del almidón contenido en los carbohidratos. De esta manera al masticar los alimentos en la boca, se va formando el bolo alimenticio.
Este bolo alimenticio pasa por el esófago y llega al estómago, se indican cuales son las enzimas que actúan en el estómago y a través de las cuales se digieren más los alimentos, transformando el bolo alimenticio en quimo, que pasa al intestino delgado.
El quimo en el intestino delgado contiene aun nutrientes que continúan siendo digeridos también específicamente por las enzimas que provienen de los jugos excretados por las glándulas anexas del sistema digestivo como el páncreas.
Todo este proceso digestivo es ayudado por procesos mecánicos y químicos. Mecánicos como el mezclado por el peristaltismo o movimientos mecánicos del estómago e intestino delgado, y químicos como es el caso de la acción del ácido clorhídrico del estómago sobre la desnaturalización de las proteínas, por mencionar un ejemplo. A esto se agrega el proceso de formación de micelas que sufren los lípidos por acción de los jugos biliares durante su digestión intestinal.
Los productos de la digestión de los nutrientes pasan al siguiente proceso que es el de absorción para que se produzca la distribución de los nutrientes en el organismo, la cual se produce en el borde en cepillo de los enterocitos o células del intestino delgado.