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Corteza.
La corteza es la capa composicional más externa de la geosfera, forma parte de la litosfera y sobre su superficie, al estar en contacto con la atmósfera e hidrosfera, se desarrolla la biosfera. En pocas palabras es el "suelo" que pisamos.
En base a su composición se distinguen tres tipos de corteza:
Corteza continental. Con una profundidad media de 70 km. cubre el 35% de la superficie terrestre y tiene una composición bastante heterogénea, a base de rocas de tipo ígneo, sedimentario y metamórfico. Sus rocas más antiguas datan de hace 4.000 m.a.
Corteza de transición o mixta, no siempre aparece y cuando lo hace se presenta en los taludes continentales, entre la corteza superior continental y la inferior oceánica. Como su nombre indica comparte características composicionales de ambas cortezas.
Corteza oceánica. Se encuentra por debajo de las anteriores cuando aparecen superpuestas. Cubre el 65% de la superficie del planeta, con un espesor medio de 8 km., es mucho más joven (no hay rocas de edad superior a 180 m.a.) y su composición es más homogénea que la corteza continental, distinguiéndose hasta cuatro capas:
de unos 0,30 km de espesor de sedimentos no consolidados.
de unos 0,50 km de espesor de basaltos y lavas almohadilladas.
de unos 1,50 km de espesor a base de diques verticales.
de unos 5,00 km de espesor de gabros y rocas máficas metamorfizadas.
Manto
Comprende desde los 100 hasta los 2.900 km. Temperatura de 800 a 4000ºC. El manto ocupa el 83% del volumen del planeta y el 67%. de su masas. Las rocas del manto son de composición ultrabásica: peridotita y silicatos ferromagnesianos, más densas que la corteza.
En el manto se desarrrollan las corriente de convección por las diferencias de temperatura existentes entre el núcleo caliente y la litosfera fria que penetra en el manto en las zonas de subducción. La convección actua como principal distribuidor del calor interno del planeta (junto a otros mecanismos de transmisión, como la conducción, la radiación y la advección). Además las corrientes convectivas contribuyen, en cierta medida, junto a la gravedad al movimiento de las placas puesto que estas plumas calientes que ascienden, en algunos casos se acumulan bajo la corteza y su calor es capaz de abombar, adelgazar y estirar la corteza hasta romperla. Por tanto contribuyen a la fragmentación de los continentes.
En el manto se diferencian dos capas:
Manto superior: Va de los 100 hasta los 650 km de profundidad. Alcanza una densidad de 3,5 gr/cm3 y una temperatura que oscila entre 500° a 2000°C
Manto inferior: Espesor de 650 a 2.900 km. Su composición ferromagnesiana es similar a la del manto superior pero los minerales son diferentes puesto que la presión es mayor (entre 24 y 140 gigapascales). Aquí la densidad alcanza los 5,6 gr/cm3 y la temperatura llega a los 3700ºC
Núcleo
Separado del manto por la discontinuidad de Gutemberg se halla el núcleo, a una profundidad que va desde los 2900 km hasta el centro planetario, 6371 km. Ocupa el 15% del volumen total del planeta y constituye el 32% de su masa.
En el núcleo se origina el campo magnético terrestre que protege a la atmósfera de su erosión por el viento solar y por tanto es una característica básica para el mantenimiento de la vida
El núcleo también se encuentra diferenciado en dos capas, separadas por la discontinuidad de Lehman:
Núcleo externo: Espesor de 2.900 a 5.070 km. Composición aleación líquida hierro y niquel con presencia de azufre, silicio y oxígeno. Es la única capa en estado líquido de la geosfera.
Núcleo interno: Espesor de 5.070 a 6.371 km. Misma composición pero en estado sólido.
geoplanet.