porque los derechos son importantes en nuestra vida personal y en nuestras relaciones de convivencia
Respuestas
Respuesta:Reconocer la igualdad de todas las personas supone aceptar el valor que caracteriza a cada una de ellas por el hecho de serlo, con independencia de sus condiciones personales o sociales. Toda persona tiene un valor, y este valor es la base que fundamenta su dignidad. Nadie puede utilizarla, manejarla, aprovecharse de ella para sus propios fines, explotarla o abusar de ella. Como nos decía Kant, toda persona es un fin en sí misma, no es un medio que pueda utilizar para mis propios intereses o para conseguir mis objetivos. Por el contrario, por el valor y dignidad que caracteriza a toda persona, debo respetarla y aceptarla como tal.
El respeto, valor y virtud característicos de toda convivencia positiva se deriva directamente de la dignidad de la persona, es la forma de llevar a la práctica la consideración de la dignidad humana. La violencia de todo tipo es la forma de imponer mis deseos y mis fines por encima de la voluntad de otras personas, supone desechar la dignidad, considerar a la persona como medio y no como fin y, por ello, renunciar al deseo de vivir fraternalmente con todas las personas.
Puede parecer larga esta reflexión sobre el artículo 1º de la Declaración, pero me parece absolutamente necesaria e imprescindible. Sin duda, hay motivos para celebrar estos 70 años y los avances que han tenido lugar. Pero no podemos olvidar cómo los Derechos Humanos siguen siendo pisoteados y no reconocidos por muchas personas, instituciones y estados. El desprecio al que es diferente y distinto se está convirtiendo en una forma de relación demasiado habitual en nuestra sociedad. Asistimos impasibles a múltiples violaciones de los Derechos Humanos, puestas de manifiesto desde la negación del derecho al trabajo o a la vivienda hasta el rechazo de las personas que solicitan asilo, pasando por la indiferencia ante las muertes en el Mediterráneo de personas que aspiran a una vida mejor, alejada de la pobreza o la violencia. La preocupación por el desarrollo de los Derechos Humanos se ve acrecentada ante el auge de posiciones de extrema derecha, que estigmatizan a la emigración como causa de todos nuestros males y piden medidas de expulsión o control de todas estas personas, o que refuerzan posiciones de desprecio y superioridad hacia las mujeres, concretadas en la negación o minusvaloración de la violencia de género.
Por todo esto es muy importante seguir trabajando en los centros educativos los Derechos Humanos, convertirlos en uno de los ejes transversales de toda la enseñanza y de la organización de los centros y vincularlos directamente con el trabajo y promoción de la convivencia positiva. Desde hace muchos años diversos informes nacionales e internacionales ha puesto de manifiesto cómo la enseñanza sistemática y planificada de los Derechos Humanos está fuera de nuestros planes de estudio, de manera que sólo la buena voluntad o el mayor interés de determinados profesores y profesoras hacen que sean trabajados y conocidos por parte del alumnado en las etapas de la enseñanza obligatoria.
Para llevar a cabo este trabajo puede servirnos de orientación lo que establece el artículo 26.2 de la Declaración Universal: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión y la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos y religiosos y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”. Más allá de la pura instrucción, del enfoque meramente académico de la enseñanza, la educación de todos los aspectos de la personalidad y el fortalecimiento del respeto a las libertades deben ser referentes clave de toda la acción educativa, concretados en los planes de convivencia y en los propios proyectos educativos.
En primer lugar se trata de educar SOBRE los Derechos Humanos. O, lo que es lo mismo, facilitar toda la información necesaria para conocer a fondo su historia, el procedimiento de elaboración, cómo se han desarrollado posteriormente a través de pactos y convenciones, en qué consiste su obligatoriedad, etc. Falta información sobre ellos, son muy desconocidos y la eliminación de asignaturas como Educación para la Ciudadanía ha contribuido a reforzar esta ignorancia. A título de anécdota, suelo preguntar en la formación del profesorado cuántos artículos tiene la Declaración Universal, y todavía estoy por encontrar a alguien que dé la respuesta adecuada.
Es necesario, por tanto, romper esta situación de desconocimiento, la falta de información, y que nuestro alumnado conozca a fondo todo lo relativo a los Derechos Humanos. Pero esto no es suficiente.
Explicación:Todos debemos respetarnos :D
En la actualidad se habla mucho de los derechos humanos, pero en realidad existe demasiado desconocimiento a pesar de que han existido desde hace más de 50 años. Después de la Segunda Guerra Mundial en 1945, la ONU observó la necesidad de que todo el mundo gozara de los derechos y libertades fundamentales. Teniendo en consideración que la dignidad es la base, los derechos humanos se proclamaron el 10 de diciembre de 1948, en París, con el propósito de que fueran respetados por los pueblos de la Tierra. Pero en la realidad, ¿estos derechos se cumplen en todo el mundo o toda persona en verdad conoce sus derechos humanos? Sin pensarlo demasiado, se daría una respuesta negativa a esta cuestión. Para reconocer la importancia que tienen es necesario que primero sepamos que somos diferentes, esto no quiere decir que exista alguien inferior a otro, al caso se pueden mencionar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los de la mujer y los de los niños. La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos; tienen derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad; nadie será sometido a esclavitud o a tratos inhumanos; todos son iguales ante la ley; no pueden ser desterrados; tienen derecho a la libre expresión; a buscar asilo en cualquier país; a un trabajo, al disfrute de su tiempo libre, a la educación. Y de igual manera, tienen deberes a la comunidad. En nuestra sociedad existe una cultura discriminatoria hacia las mujeres, con frecuencia existen abusos de poder o autoridad, los cuales pueden causar daños psicológicos y patrimoniales. Por eso, tienen derecho a tomar libremente decisiones que afecten su vida; tratar en paz asuntos que interesen a ambos miembros de la pareja; compartir por igual las responsabilidades familiares; expresar sus opiniones y necesidades; ser respetadas física, sexual y psicológicamente; no ser humilladas, ridiculizadas o menospreciadas, ni en público ni en la intimidad, etcétera. Los niños también cuentan con una serie de derechos a efecto de que se les reconozca conforme a la ley: ningún menor de edad podrá ser discriminado por razones de color, raza, sexo, idioma, religión, origen o posición económica; todo menor tendrá derecho a gozar y disfrutar de libertad, igualdad, dignidad y seguridad social; a gozar de salud, vivienda, alimentos, educación y tener una familia; a ser protegidos contra cualquier tipo de abandono, crueldad, explotación, maltrato y abuso sexual. Estos son a grandes rasgos el contenido de cada una de las declaraciones que la gran mayoría no conocen, motivo por el cual no se da la importancia total.