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Juan había estado sintiéndose bastante mal. No era la primera noche que escuchaba risas; que veía sombras. Que escuchaba ruidos extraños. No era la primera vez que se sentía paranoico, que sentía que alguien estaba con él, que algo lo perseguía. Pero él no podía recordarlo, porque no podía recordar nada luego de despertar. Era como si todo lo que vivía se quedaba en un mal sueño para siempre.
Él seguía viviendo como normalmente lo hace. Seguía comiendo, seguía saliendo con sus amigos. Seguía escuchando música. Sin embargo, al llegar la noche, Juan se sumergía en una pesadilla tras otra, sin poder entender qué era un sueño y qué no. Sin saber qué había visto de verdad o qué había sido producto de su imaginación. Cada vez era peor; antes sólo era un ruido, luego vinieron las risas, y ahora ha empezado a ver “ráfagas de viento” en forma de personas. Se sentía cada vez más agitado, más nervioso. Sentía menos control sobre sí mismo y ahora, Juan estaba experimentado otra de esas pesadillas en las que no sabes si estás dormido o despierto…
Respuesta:
Bueno te doy escribo algo, para que y tú lo continúes :D
En la casa del señor Frank se escondía un gran secreto, y aunque parecía no haber nada en aquella casa al otro lado de la calle, tres chicos sentían que hay había gato enserado.
El martes pasado se habían dispuesto a entrar a la casa mientras aquel viejo se salía a comprar el periódico por la tarde, como todos los días. Pero cuando todos se encontraron en la esquina de la calle, el viejo se apareció de repente en medio de una arboleda, e intimido con su mirada inquisidora al trio de chicos. Estos hicieron como si nada y se alejaron corriendo del lugar. Y es que el tipo verdaderamente asustaba, era un hombre misterioso y de apariencia tenebrosa, algo había raro en su rostro, nadie sabía que era, nunca hablaba pero se veía en su cara que siempre estaba furioso, ¿Por qué razón? nadie lo sabía.
Desde que vivían en ese lugar, Juan, Lauren y Robert, los tres amigos, habían ya un rumor de que aquel viejo en serraba niños en su sótano y los torturaba. Pero nadie lo había comprobado, y los adultos ni si quiera se habían interesado por semejante rumor. Pero en la última semana todo tomo un giro, uno de los amigos de ellos había desaparecido, y nadie sabía su paradero, ¿pero quién les creería si le decían lo del rumor del viejo Frank?
Lo más probable es que nadie. Así que ellos, armándose de todo el valor posible, se encaminaron en la busca de su amigo. Pero fracasaron en el intento.
Planearon ir de nuevo otro día, pero esta vez más preparados.
Con todos sus ahorros compraron un equipo espía en una tienda de cosas usadas que había en un pueblo cercano. Fue suerte, que cuando llegaron, tarde por supuesto, el hombre que estaba cerrando ya las enormes puertas de cristal les abrió de nuevo cuando tocaron el vidrio. Les dijo que no solía hacerlo, pero que, graciosamente, ellos le habían traído un buen presentimiento.
Después de escuchar las palabras del supersticioso anciano, los tres chicos caminaron por toda la tienda admirando sus maravillas, había cosas fantásticas ahí, desde magnificas antigüedades hasta equipos para investigación, justo lo que necesitaban.
Con el dinero que todos habían sacado de su alcancía, reunieron más o menos $50 dólares, que les alcanzaba para comprar una grabadora de vos, usada por supuesto, un tele grabador espía, para escuchar las conversaciones aun estando alejado y así, no ser visto, y también un intercomunicador, para que así los tres pudieran estar hablándose cada vez que fuera necesario. Después de esto, los tres tomaron rumbo hacia sus casas, ya pronto anochecería y los reprenderían sus madres por llegar después de la cena. Esa noche, casualmente, faltando ya pocas horas para que al día siguiente se encaminaran nuevamente a la casa, a Lauren la comenzaron a atacar sus pesadillas. En ellas se hallaba en una casa enorme, las paredes estaban manchadas de sangre, había sombras por doquier, y el miedo comenzó a derrumbarla. De repente sintió que alguien caminaba fuera de la habitación en la que se hallaba escondida, este se acercó a la puerta y su sombra se asomó por la hendija entre la puertecilla, que era más o menos de su estatura, y el piso. Sintió como intentaba abrir la portezuela girando el pomo, y su corazón empezó a latir a mil y entonces sintió una mano detrás de ella y cuando y su corazón tomo un vuelco total cuando al girar hayo una calavera de ojos vidriosos y un cuerpo cubierto de sangre… Justo en ese instante, acelerada y muerta casi del susto, Lauren se despertó de golpe dando un brinco en la cama. Y desesperadamente se percató de que aún no se había despertado, estaba soñando, pero esta vez estaba en una cama y en una extraña habitación que no era la suya. Había ventanas. Ni puertas. Ni nada en absoluto más que el catre en el que se hallaba acostada. De pronto la invadió la claustrofobia y comenzó a desesperarse, sentía que le faltaba el aire, y que pronto caería desmayada. Una risa escalofriante hizo eco en el interior del pequeño cuarto. Ella volteo a todos lados para saber de dónde provenía pero no hayo nada de donde pareciera venir esa horrenda carcajada. Cuando abrió más los ojos, y miró hacia arriba vio el techo de cristal por el que se veían un motón de cadáveres ensangrentados y miembros descuartizados. El cristal se estaba rompiendo por el peso, de repente se agrietaría y todo caería sobre ella. Las gotas de sangre comenzaron a filtrarse por las hendiduras y a caerle encima… Un grito ahogado subió por su garganta y después salió como un aullido infernal. De inmediato se despertó, con un sudor frio recorriendo su frente. Estaba acelerada aun, pero se tranquilizó al saber que estaba de nuevo en su cuarto, ya había amanecido… Bueno espero que esto te sirva, lo escribí yo mismO, tu mira si te gusta y lo continuas o te inspiras para crear tu propio cuento! :D
Un saludo.!
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