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El relato “De menos hizo Dios a cañete” cuenta la historia de dos mercachifles o vendedores ambulantes en Lima, uno era conocido como Ambrosio el inglés y el otro era conocido como Juanito el Montañés. Los dos mercachifles habían creado una guerra entre ellos pero luego de dos años entraron en razón y se asociaron, lo que fue muy acertado ya que desde ese día empezaron a prosperar.
Se volvieron muy unidos, comenzaron a vivir juntos y a ganar mucho dinero. Luego de un tiempo al montañés le entro la codicia y se le ocurrió la idea de poner una tienda, el inglés no estaba muy de acuerdo pero se convenció, así que alquilaron una pequeña tienda en una esquina.
A partir de esto cambiaron de traje y de estilo de vida, comenzaron a gastar el dinero en cosas innecesarias y se encontraron en quiebra. Debido a esto decidieron cerrar la tienda y tirar las llaves al río para huir de ese lugar, y desde ese día nadie volvió a ver en Lima a ninguno de los dos.
Mucho tiempo después el día de fiesta solemnísima en Lima entro el excelentísimo señor don Ambrosio O'Higgins, marqués de Osorno y virrey del Perú, conocido como “El virrey ingles”. Luego salió del de Toribio de Mogrovejo una gran carroza arrastrada que cargaba al ilustrísimo Don Juan Domingo González de la Reguera, caballero gran cruz de Carlos III y decimosexto arzobispo de Lima, para hacer la visita de etiqueta. Estos eran Juanito y Ambrosio quienes estaban felices de volverse a encontrar, Ambrosio le dijo a Juanito: “Te lo dije, de menos hizo Dios a Cañete”.