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Respuesta:
Según la leyenda las Streghas eran paganas practicantes de magia en la antigua italia, eran mujeres que eran respetadas y consideradas sabias ya que tenian siempre respuestas para las aflicciones de los pobladores cercanos.
Se acudía a ellas atravesando los bosques y éstas personas se sentían aliviadas gracias a los remedios que las Streghas les daban, ya sea con un amuleto, una pócima o algún otro trabajo de magia.
Después de un tiempo las personas motivadas por la curiosidad quisieron saber como funcionaban los amuletos y artilugios que las Streghas hacian. Al observar que no eran mas que simples plantas, monedas, etc. Pensaron que el hacer magia era algo sencillo y que cualquiera podía hacer.
Se creo una imitación, sin pensar que en realidad el secreto para que funcionará un trabajo mágico es la energía que la bruja (Stregha, pagana) colocaba en los amuletos. Es un conocimiento que no todas las personas pueden tener, se necesita de una preparación y/o don que se traspasa de generación en generación.
A raíz de la imitación, nace la HECHICERÍA
En algunos casos los trabajos de hechicería no funcionaban, pero en el peor de los casos sucedía magia destructiva que iba desde arruinar cosechas hasta enfermedades.
Desde ahí se empezó a considerar de manera general que la magia era peligrosa y que provenia de algo demoníaco.
Empezó a surgir la paranoia de que todo lo que tuviera que ver con magia o brujas era algo maligno y merecía erradicarse por completo.
Actualmente todavía sigue existiendo esta ignorancia, por el hecho de generalizar a la magia y por el hecho de que hay personas que siguen practicando la magia de forma erronea creando asi hechizos malignos.
Para practicar magia debe la persona ser alguien que haya experimentado la SANACIÓN, un despertar de la consciencia que implica, un conocimiento y ÉTICA.
Al tener esto es como la persona puede considerarse una persona mágica, como lo que es una bruja, pagana, Stregha o alguien de alguna otra religión.
La magia la podemos tener todos los seres humanos pero no todos podemos manejar el poder de una forma correcta sin estar dispuestos a aprender.
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