Respuestas
Respuesta:
CAPÍTULO 4: DATE LA BUENA VIDA
¿Qué pretendo decirte poniendo un «haz lo que quieras» como lema fundamental de esa ética hacia la que vamos tanteando? Pues sencillamente que hay que dejarse de órdenes y costumbres, de premios y castigos; En una palabra, de cuanto quiere dirigirte desde fuera, y que tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo, desde el fuero interno de tu voluntad. No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: Pregúntate a ti mismo.
“Haz lo que quieras” es abandonar lo que nos rige desde el exterior y enfocarse a lo que la propia voluntad reclama.
Capítulo 5: ¡Despierta baby!
No está mal querer darse una "buena vida", el problema reside en que muchas veces no sabemos qué es lo mejor para nosotros. Muchos piensan que las cosas materiales les traerán verdadera felicidad y terminan obsesionados por ellas, perdiendo de vista aquello que es realmente importante; el aprecio sincero, el cariño espontáneo o simple compañía inteligente. Cosas que solo las personas pueden dar.
Finalmente vemos que lo indispensable para darse una buena vida, es sentirnos bien con nosotros mismos, así los demás nos verán bien. Pero esta decisión la debe hacer cada cual en solitario, pues nadie puede tomar la decisión por ti.
"Como no somos puras cosas, necesitamos "cosas" que las cosas no tienen."
Capitulo 6:
Aparece Pepito Grillo
Es importante aclarar que ser menos o un menos poco inteligente o se comporta con poca inteligencia, no es lo mismo que tonto, a lo que el texto se refiere es a la estatura moral que se debe construir. Siendo el pilar fundamental de esta construcción la adquisición de conciencia, la que si bien, se edifica bajo algunas facultades innatas, se ve potenciada y reforzada primordialmente por la atención y el esfuerzo que cada uno le asigna a las tareas morales y éticas. Sobre esto se desprende, que la receta que nos servirá como cura de la imbecilidad, o más bien, la conciencia que nos ayudará a superarla sería: Saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir bien, humanamente bien; Estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que de veras queremos o no; A base de práctica, ir desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugnen espontáneamente hacer; Renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por tanto razonablemente responsables de las consecuencias de nuestros actos.
También hace diferencia entre el egoísta y el menos inteligente o con comportamiento de poco inteligencia , arguyendo que sólo deberíamos llamar egoísta consecuente al que sabe de verdad lo que le conviene para vivir bien y se esfuerza en conseguirlo, y no a la persona con comportamiento de poca inteligencia que cree ser feliz con lo que tiene o posee pero al final se fastidia el mismo.
El autor nos ofrece una interesante visión sobre nuestra actitud para con la vida, y nos invita a desarrollar nuestra capacidad crítica sobres nuestras posibilidades de libertad.