Respuestas
Respuesta:
La diferencia es la siguiente
Explicación:
El Desarrollo Humano no puede pensarse como uno de los polos de esa tensión, el polo opuesto al mercado. El es una perspectiva de análisis y de acción que se concentra precisamente en la creación de complementariedad entre ambos. El Desarrollo Humano puede definirse también como el manejo de la tensión inevitable entre economía y sociedad para asegurar el despliegue simultáneo de la riqueza, la habilitación de las personas y la integración de la sociedad. Así pues, sería un error de perspectiva oponer economía de mercado y Desarrollo humano como si fueran alternativas. Pero sería también un error desconocer el llamado de atención que puede hacerse desde el Desarrollo Humano sobre el aumento de las tensiones entre ciertas maneras de entender la economía de mercado y las dinámicas de la sociedad (Güell, 2001).
Desde un punto de vista macroeconómico la evolución de la población tiene una gran importancia, pues es necesario que su tasa de crecimiento sea inferior a la del PIB real si se quiere incrementar el PIB real por habitante. Por lo que respecta al crecimiento natural de la población, el número medio de hijos por mujer depende fundamentalmente del nivel educativo, como se demuestra en Guisán, Aguayo y Expósito (2001) con una amplia muestra internacional.
Es cierto que el crecimiento económico, al aumentar la riqueza total de una nación, también mejora las posibilidades de reducir la pobreza y resolver otros problemas sociales. Pero la historia nos presenta varios ejemplos en los que el crecimiento económico no se vio acompañado de un progreso similar en materia de desarrollo humano, sino que se alcanzó a costa de una mayor desigualdad, un desempleo más alto, el debilitamiento de la democracia, la pérdida de la identidad cultural o el consumo excesivo de recursos necesarios para las generaciones futuras. A medida que se van comprendiendo mejor los vínculos entre el crecimiento económico y los problemas sociales y ambientales, los especialistas, entre ellos los economistas, parecen coincidir en que un crecimiento semejante es, inevitablemente, insostenible, es decir, no se puede mantener mucho tiempo.