Respuestas
Respuesta:En cuanto a su carácter, el signo no depende de nada, es inmutable, permanente, nadie ni nada lo puede cambiar, pero a largo plazo las lenguas cambian porque cambian los signos, así que además, es también mutable...
Explicación:LA INMUTABILIDAD Y LA MUTABILIDAD
Estas dos características del signo lingüístico, aparentemente contradictorias, se entienden así:
LA INMUTABILIDAD
Si con relación a la idea que representa, el significante aparece como libremente elegido; con relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es libre sino impuesta. Esto quiere decir que la lengua se presenta como algo que es impuesto y que el hablante individual, en el momento en que la recibe y aprende, no la puede modificar a su criterio; más bien, la debe aceptar tal cual es porque la lengua se presenta como una herencia social de la generación precedente. En este punto sincrónico, la lengua es inmutable y no cabe la posibilidad de que el hablante la modele a su antojo, pues su capacidad comunitaria ya sería nula.
LA MUTABILIDAD
Pero la lengua, a pesar de lo anteriormente dicho, es mutable en el tiempo (diacrónicamente) ya que, como fenómeno social, está sujeta a cambios, a modificaciones, a evolución, tanto de sus significantes como de sus significados. Según Ferdinand de Saussure, el tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, tiene otro efecto, en apariencia contradictorio: el de alterar, más o menos, los signos lingüísticos; y, con ello, posibilita la evolución de las lenguas.