Respuestas
Las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares son las principales responsables de la mortalidad.
Las causas de muerte cambian con el tiempo y a medida que un país se desarrolla.
En el pasado, las enfermedades contagiosas jugaron un papel más importante que el que juegan hoy en día.
En 1990, una de cada tres muertes fueron resultado de enfermedades transmisibles e infecciosas. Para 2017 esta proporción había descendido a una de cada cinco.
Los niños son particularmente vulnerables a enfermedades contagiosas. En el siglo XIX, uno de cada tres niños en el mundo moría antes de cumplir los cinco años.
Comemos demasiado, y no las cosas correctas. Las muertes atribuibles a la obesidad están en aumento, con 3,4 millones en 2010, frente a 2 en 1990. Del mismo modo, las muertes atribuibles a factores dietéticos y la inactividad física han aumentado en un 50 por ciento (4 millones) en los últimos 20 años. En general, estamos consumiendo demasiado sodio, grasas trans, carnes procesadas y bebidas azucaradas, y no suficientes frutas, verduras, granos enteros, nueces, fibra, calcio y ácidos grasos omega-3, que fomentan el padecimiento de un accidente cerebrovascular.
Los jóvenes no lo están haciendo tan bien como sus predecesores. Las muertes en el grupo de edad de 15 a 49 se han incrementado a nivel mundial en los últimos 20 años.
Bebemos demasiado. El consumo excesivo de alcohol es un problema creciente en los países desarrollados, especialmente en Europa Oriental, donde representa casi una cuarta parte de la carga total de mortalidad. Estos a su vez provocan accidentes automovilísticos, que ademas de afectar el sistema nervioso y circulatorio aumentan el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca.